Su alta y clara figura es habitual para quienes van al sitio público cada día y lo miran con curiosidad.
Construido en 1979 durante la administración del ex intendente Porfirio Pereira Ruiz Díaz, la atalaya asuncena sobresale cual enigmático tótem entre ramas de árboles.
Hasta principios de los 80, un restaurante funcionaba en lo más alto. Cuando una mujer decidió autoeliminarse lanzándose desde ahí, el lugar dejó de estar habilitado al público.
Pero cada cierto tiempo, renace la idea de que el sitio pueda volver a recibir a los visitantes del parque.
Entre los años 2013 y 2018, sobre todo en este último, hubo un serio intento de concretar la idea.
El concejal Félix Ayala (PLRA) contó que tuvo reuniones con vecinos organizados de la zona e incluso contaba con un proyecto para la rehabilitación del espacio.
“La idea con el director de obras de Mario (Ferreiro) era hacer tipo colonia de vacaciones. Refaccionar y que toda la gente pudiera subir para mirar desde ahí, tipo faro de playa. También que un guardia esté ahí para poder ver todo el parque”, describe.
Ayala comenta que según los cálculos que habían hecho, no era mucha la inversión que debía realizarse.
Aunque estimaron alrededor de G. 100 millones en ese entonces, el edil creía que con G. 30 millones ya podían volver a abrir sus puertas.
Pero el cambio de administración municipal, las prioridades de la que entró y la pandemia hicieron que finalmente el proyecto quedara de lado, contó.
El objetivo de la construcción del mirador, cuenta Ayala, era que desde dicho punto pudieran verse las siete colinas de Asunción. Sin embargo, por las altas edificaciones actuales eso ya no es posible. Pero no deja de ser un punto atractivo sobre todo hacia la Bahía asuncena y ese pulmón verde llamado Parque Carlos Antonio López.
Actualidad. La iniciativa que ha llevado adelante el concejal Ayala no es la última que busca resucitar el mirador.
Desde la Municipalidad de Asunción también están con la misma intención, adelanta Leoncio Fernández, director de Áreas Verdes.
“Estamos abocados a la recuperación total del Parque Carlos Antonio López. Y tenemos unas líneas a seguir con el mirador”, adelanta.
La intención es mejorar la iluminación, ver cómo está la infraestructura, contar con guardias, etc.
El arquitecto Arturo Herreros, asesor técnico de la franja costera y que apoya el trabajo que quiere realizarse en el espacio público, revela que en breve realizarán los estudios pertinentes.
Durante el día, el espacio vacío del ex restaurante saluda al viento. A través de vidrios rotos entran los rayos del sol y hojas del último otoño.
En las noches, las estrellas se reflejan en cristales manchados y la lánguida luna de la madrugada pasea cerca de la torre ubicada en el ex cementerio Mangrullo.
Los días, las semanas, los meses y los años van pasando dejando su huella en el revoque caído. Por ahora, solo el fantasma del olvido sube las escaleras y la torre solo espera, espera...