23 jul. 2025

Drogas, armamentos y crimen organizado, antecedentes

El 1º de agosto de 1995, el ministro del Interior de Paraguay, licenciado Carlos Podestá, describió a sus colegas de la región reunidos en Buenos Aires el inquietante panorama que se estaba configurando en Ciudad del Este –‘‘la Hong-Kong de América’’– amenazada por la creciente actividad de las mafias orientales.

‘‘Detectamos las actividades de bandas organizadas, integradas por individuos de origen oriental, particularmente chinos, que, entre otras modalidades delictivas, se dedican al contrabando de armas y estupefacientes. Paralelo a ello, se registra un alto índice de inmigrantes de Medio Oriente, especialmente libaneses, algunos de los cuales han alcanzado notable prosperidad y con ello cierto poder económico y gravitación social, pese a que en reiteradas oportunidades se los ha involucrado en actividades comerciales poco transparentes”, afirmó el secretario de Estado.

Podestá dijo también que estaban operando en Ciudad del Este (la segunda en importancia de Paraguay, en el nudo fronterizo con Argentina y Brasil, muy cerca de las concurridas Cataratas de Yguazú) cuatro grupos de ciudadanos chinos, ejerciendo poder sobre todas las actividades comerciales de los inmigrantes orientales y de procedencia árabe. El ministro aludió a grupos claramente identificados: Dos procedentes de Hong-Kong; uno, denominado “Grupo Pekín’’, originario de China; y, otro, conocido como ‘‘Grupo Macao’’.

1. GRUPOS DE HONG KONG

La inteligencia policial paraguaya había logrado comprobar que uno de los grupos de Hong-Kong formaba parte de una organización internacional denominada ‘‘Fu Tchin’’, con bases de operaciones en Nueva York y en algunas ciudades de Brasil. Los jefes de la banda recibían instrucciones directas de EEUU y eran constantemente relevados. En caso de que las filiales mafiosas tuviesen algún conflicto con sus rivales locales, la central les enviaba matones de refuerzo en menos de 24 horas. Si las dificultades tenían lugar con las autoridades paraguayas, los jefes y sus subordinados directos eran relevados de inmediato. En Ciudad del Este, el mencionado grupo mafioso originario de Hong Kong funcionaba a mediados de 1995 bajo la fachada de la Empresa Fu Tchin-Sul America-Imp.Exp. Las bandas orientales enquistadas en esa zona franca paraguaya operaban, según el ministro Podestá, de la siguiente manera: –Visitan a los comerciantes y les ofrecen en venta un producto determinado que los mafiosos están importando.

–Tienen un sistema de información muy perfeccionado que les avisa cuando llegan los contenedores con determinados tipos de mercadería, como también sobre la identidad de su propietario, el que es visitado por los mafiosos para asegurarle que tiene el derecho de marca de la mercadería recibida y que, si quiere venderla en la región, debe pagar un ‘‘derecho de marca’’ que, de acuerdo con la cantidad y calidad del producto, variaba entre 100 mil y 500 mil dólares por cada contenedor.

–Presionan y amenazan para que los comerciantes no compren ni vendan determinados tipos de productos.

–Los comerciantes deben pagar cierta cantidad de dinero –entre 5 mil y 8 mil dólares– para disponer de ‘‘protección’’ y poder así comprar y vender cualquier tipo de mercadería.

La policía paraguaya también había detectado que los grupos mafiosos estaban involucrados en el tráfico de armas, vendiendo en el continente fusiles AR-15, M-16 y metralletas UZI, además de diversos tipos de municiones y explosivos.

La comercialización de armas está estrictamente regulada en Paraguay. La Ley N° 4036/2010 establece un marco legal para la tenencia, portación, fabricación, importación, exportación y comercialización de armas de fuego, municiones, explosivos y accesorios. La ley exige que las armas sean registradas y que los individuos que deseen poseer o portar armas cumplan con ciertos requisitos, como obtener un permiso de la autoridad competente.

EL CONO SUR

Bajo esa denominación se hace referencia a una parte del sur de Brasil así como a Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay. Este último país aparece al promediar la década del 90 como uno de los principales focos de influencia del narcotráfico y de las nuevas actividades criminales desarrolladas en su entorno.

Diferentes analistas de redes criminales del mundo han coincidido en señalar que se instaló en Asunción, a mediados de la década del 60, una conexión latina de la mafia marsellesa, dirigida por el francés Auguste Joseph Ricord, por un lado, y, por otro lado, empezó a llegar una corriente migratoria de chinos a comienzos de los años 80. Fueron dos de las razones principales por las cuales a fines de los años 90, Paraguay tenía ya sus instituciones y sus actividades comerciales muy permeadas por corrupción e impunidad y por los negocios ilegales de los grupos mafiosos.

Auguste Papa Ricord, formado al amparo de las relaciones que las mafias europeas establecieron con los bandos en pugna durante la Segunda Guerra Mundial y en los turbios años de la posguerra, supo sacar provecho del reacomodo a que se vio obligado el crimen organizado occidental luego de la caída del dictador cubano Fulgencio Batista y de la erradicación de las bases de operaciones del narcotráfico en La Habana.

Ricord se instaló en 1947 en Buenos Aires y orientó sus negocios a la trata de blancas, abasteciendo de mujeres a los prostíbulos de las principales ciudades del subcontinente. Amparado por jefes policiales de la capital argentina, protegido por nazis y fascistas prófugos, apoyado por los ultranacionalistas franceses, el marsellés abrió un restaurante en las cercanías del estadio de River Plate en Buenos Aires, que le servía como pantalla para sus oscuros negocios.

En abril de 1968, una banda de franceses asaltó una sucursal del Banco Nacional de Argentina, huyendo con un cuantioso botín. El método empleado por el grupo había sido el mismo utilizado por los miembros de la Organización del Ejército Secreto, OAS (Organización de Estados Americanos con sus siglas en inglés), cuando recaudaban fondos para su causa robando bancos en Europa. Dos policías franceses llegados de París reconocieron a los posibles sospechosos, vinculados claramente con Ricord. Los policías bonaerenses que lo protegían, temerosos de que la investigación los involucrara, recomendaron al francés que abandonara rápidamente el país.

El marsellés se instaló entonces en una pizzería que había abierto a fines de 1967 en Asunción, ubicada en el sector de Itá-Enramada, y a la que denominó París-Niza. Desde allí, aprovechando sus inmejorables vínculos con poderosas autoridades locales, Ricord logró exportar a norteamérica más de cinco toneladas de heroína entre 1968 y setiembre de 1972, mes en el que finalmente fue deportado a los Estados Unidos.

3.TOMASO BUSCETTA, MAFIOSO ITALIANO

En el ínterin, las fuerzas antidrogas norteamericanas estaban desesperadas porque la heroína estaba inundando las calles de Nueva York, de Los Ángeles y de otras importantes ciudades de los EEUU, pese a los controles aduaneros.

La heroína era la misma que se había estado distribuyendo en la guerra de Vietnam y que los traficantes buscaban colocar en el mercado estadounidense. Los agentes antinarcóticos allí en muchos casos habían encontrado partidas de droga ocultas en el interior de los cadáveres de los soldados que retornaban a su patria para ser sepultados.

La Casa Blanca de Washington DC descargó todo su poder sobre las redes de las drogas y se detuvo en Río de Janeiro a Tomaso Buscetta, miembro de la mafia italiana a cargo de la conexión brasileña. Un informe de la Policía carioca afirmó que la Unión Corsa tenía especialistas en ejecuciones, correos aéreos, falsificadores y expertos en el soborno de autoridades e incluso un hermoso señuelo, la modelo brasileña Helena Ferreira, que era utilizada para tareas especiales. La Unión Corsa fue una organización criminal de origen corso que operó principalmente en Córcega y Marsella, Francia, durante la segunda mitad del siglo XX, especialmente en el contexto de la French Connection, una red internacional de tráfico de heroína.

En 1972 el tráfico de drogas se había convertido ya en uno de los mejores negocios ilegales. El mercado estaba demandando un total de 600 millones de dosis de cocaína y heroína en Estados Unidos y Europa, a precios aumentados sustancialmente con respecto a escasos años atrás. Las ganancias eran similares o mayores que el juego clandestino, actividad que en 1971 había reportado dividendos superiores a los 50 millones de dólares a uno de los jefes de la mafia, el estadounidense de origen judío Meyer Lansky.

En 1948 se contabilizaban en Estados Unidos 47 mil adictos a las drogas; 25 años después, en 1972, la cifra había aumentado a 300 mil. Ese era el mercado que había que satisfacer y eran cada vez más las personas de todos los orígenes sociales y procedencias geográficas que estaban dispuestas a correr riesgos para ganar dinero rápidamente. A mediados de 1972 fue descubierto el primer cargamento enviado desde Centroamérica hacia Florida por un valor total de un millón de dólares.

Los estadounidenses acusaron a Ricord en 1972 de ser uno de los responsables principales de la distribución anual de ocho toneladas de heroína en Estados Unidos, gran parte de la cual provenía de Turquía. Temían, sin embargo, una amenaza peor la producción del llamado Triángulo de Oro formando por Laos, Tailandia y Birmania, que ya se elevaba entonces a más de 70 toneladas de heroína, la que podría ser reemplazada por la cocaína sudamericana.

En marzo de 1983, después de cumplir diez años en la cárcel de un total de 20, Ricord salió de una prisión de Missouri rumbo a Brasil donde lo recogió un avión de Líneas Aéreas Paraguayas. Llegó a Asunción mudo debido a un avanzado cáncer en la laringe y postrado en una silla de ruedas. Murió en 1985 convertido en una leyenda, aumentada por el filme Contacto en Francia , basado en parte de su vida y que fuera galardonado con cinco premios Oscar en 1975.

4.CHINOS EN CIUDAD PTE. STROESSNER, PARAGUAY, PUERTO IGUAZU, ARGENTINA Y FOZ DE IGUAZÚ, BRASIL

El exorbitante crecimiento del negocio de drogas de todo tipo con mafiosos de diversas latitudes provocó inmediata inquietud en toda esa región. El diario La Nación de Buenos Aires dio cuenta editorialmente de su preocupación ante la noticia de que unos 35 mil chinos de Hong-Kong iban a instalarse en el área mencionada en el título. ‘‘Motivo de inquietud es su lugar de procedencia, Hong-Kong, donde el narcotráfico, además de otras actividades ilícitas, se había incrementado notablemente en los últimos años’’, indicó dicho periódico en 1985. A comienzos de los años 90, existían en Hong Kong más de 50 sociedades secretas dedicadas a actividades criminales, integradas por casi 120 mil personas. Las más importantes eran la Sun Yee On, la Woo Sing Woo, la 14 K y la Lung Ying Shea, ligada esta última a escuelas de artes marciales.

Entre los años 60 y 70, una de las bandas de narcos de Hong Kong eran dirigidas por los hermanos Ma, de los Chiu Chau. El mayor era conocido como White Powder Ma (Ma Polvo Blanco) y era sindicado como el primero que consiguió establecer vínculos formales con la mafia estadounidense y el francés Auguste Ricord, cuando este vivía en Paraguay. A minutos de ser detenido en Norteamérica, logró huir a Taiwán en 1977, donde gozó de protección por parte de algunos funcionarios gubernamentales. A principios de los 90, seguía dirigiendo uno de los imperios más importantes de la heroína asiática.

El 4 de enero de 1985, el diario The New York Times reveló que las autoridades estadounidenses –fundadas en un informe recibido de la policía de Asunción– habían acusado a personalidades del Ejército paraguayo de estar relacionadas con el tráfico de drogas. Dos meses después, Gilberto Yannes, un hombre de negocios brasileño, fue asesinado con un balazo en la cabeza cuando piloteaba una avioneta donde transportaba a México 600 kilos de cocaína.

En julio de 1988, la Policía antinarcóticos brasileña señaló a la región sudamericana el haberse convertido en uno de los centros más importantes del tráfico de drogas, afirmando que mensualmente salían del Chaco paraguayo unos 500 kilos de pasta base de cocaína hacía el estado de Mato Grosso del Sur. El Gobierno paraguayo, escasos días después, anunció que la policía había desmantelado una red internacional de narcotraficantes con ramificaciones en Estados Unidos, España, Bolivia y Colombia, en la operación más importante emprendida hasta la fecha en Paraguay. Se habían decomisado 268 kilos de cocaína de alta pureza pertenecientes al cártel de Medellín.

Fuentes: Fueron utilizadas para esta redacción publicaciones diversas en internet que recogen resúmenes de libros, investigaciones, ensayos y otros aportes electrónicos, también con ayuda de inteligencia artificial. Se las obtiene poniendo en búsqueda el mismo título de esta primera entrega. La colección completa se obtendrá ex post en https://rsa.com.py/

(Continuará)

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