En la última sesión de la Junta Municipal, los concejales manifestaron sus dudas con respecto a la decisión de la Administración municipal de financiar con recursos propios las obras que debían pagarse con el dinero de los bonos.
Humberto Blasco –quien informó sobre esta nueva decisión– resaltó que existe la necesidad de exponer el cronograma de ejecución financiera y los saldos restantes de los bonos que se utilizan para invertir en obras, razón por la cual solicitó un informe de cómo se expondrá de ahora en adelante el saldo de los bonos y el cronograma financiero de los contratos.
“Se deben exponer de alguna manera los reembolsos, tiene que ser una exposición presupuestaria contable de cómo se van descargando las cuentas que fueron originadas con los bonos, sin desconocer la nueva fuente de financiamiento”, dijo, en alusión a la fuente 30, correspondiente a recursos institucionales.
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El edil Javier Pintos fue incluso más lejos al indicar que recurrir a otras fuentes de financiación “implica aceptar tácitamente que ese dinero (de los bonos) desapareció, y, en consecuencia, hoy nosotros vamos a tener que afrontar los compromisos (...) con los ingresos corrientes”.
“La pregunta lógica es: ¿Dónde está la plata? ¿Dónde está el dinero que estaba destinado y que se obtuvo la liquidez financiera, la disponibilidad a través de un endeudamiento para un objetivo específico?”, aseveró.
Añadió que la propuesta de la administración de Luis Bello “obliga a una revisión criteriosa de los pasos que se vayan dando con relación a esa situación que va a ser admitida tácitamente, o sea, la desaparición de esos fondos”.
Curiosamente, en el balance general del segundo cuatrimestre, nuevamente la Municipalidad no expone cuánto dinero hay depositado en las cuentas del bono G6 y el G7, siendo este último el préstamo realizado para realizar obras en la Estación de Buses de Asunción, en el Mercado 4 y en el mirador de Itá Pytã Punta.
Álvaro Grau manifestó, por su parte, que “no tiene sentido lógico ni contable” que se desaparezca una cuenta o el saldo de los bonos.
“Por más plata que ya haya desaparecido, porque finalmente ese dinero se tuvo que haber utilizado dentro de los bonos o no utilizado luego, pero eso tiene que seguir apareciendo en los estados contables y en los presupuestos”, acotó.
Insistió en que el dinero debe estar devengado y que la situación relativa al presupuesto es grave “porque en los principios contables no se puede justificar que hagan desaparecer nomás el saldo de bonos”.
Recordó que hay obras pendientes comprometidas con los bonos G7 y que la propuesta de la administración Bello es un error, un acto inaceptable, que sugeriría que se estaría buscando “borrar el rastro de lo que ocurrió”.
“Jamás vas a poder borrar el desvío de 70 millones de dólares que hicieron en la administración Rodríguez: el agujero financiero más grande que existió desde la era democrática en la función pública”, expresó.
Al final de la sesión, se resolvió remitir el pedido de informe solicitado por Blasco a la Intendencia. La minuta fue aprobada con un agregado del concejal Pintos, quien solicitó que se remita a la Junta el plan financiero que tiene previsto realizar la administración para afrontar sus altísimas deudas.
Urgen avanzar investigación de desvío de bonos
La edil Rosanna Rolón recordó durante la sesión que existe una investigación en torno al desvío ilegal de los G. 512.000 millones operado por la administración de Óscar Nenecho Rodríguez.
Llamó la atención del fiscal a cargo de la investigación de “este gran robo que hubo en la Municipalidad” y apuntó a los “responsables y encubridores que nosotros sospechamos están libres por el mundo”.
“Vemos que si ellos devuelven el dinero, también podemos subsanar algunas obras importantes en la ciudad, como el caso del ex asesor y director Wilfrido Cáceres, que tiene una casa de un millón de dólares. Ese dinero podría servir ya para paliar alguna situación que estamos atravesando”, expuso.
Pidió que la investigación muestre indicios de que avanza de alguna manera, y propuso hacer una investigación seria a los funcionarios que estuvieron a cargo durante la administración de Nenecho.
“Hay que hacer un seguimiento, deben devolver, porque si ese dinero está, debe estar en algún lado, alguien tiene que encontrar, no puede ser que el fiscal se quede cruzado de brazos y hasta la fecha, ya han pasado varios meses, él todavía no dio ningún informe de algún adelanto a la investigación”, resaltó.
La Administración Municipal elaboró el presupuesto 2026 sin incluir fondos en el saldo de bonos, en tanto que en el balance del segundo cuatrimestre se rinden G. 447.056.874 de bonos hasta agosto de 2025.
Según el informe de la intervención, las cuentas habilitadas a nombre de la Municipalidad sumaban hasta el 23 de junio la suma de G. 37.450.432.198.
El documento de los gastos consolidados presentado recientemente a la Junta Municipal indica que las obras financiadas con la fuente 20 (bonos) alcanzaron hasta agosto G. 30.396.183.819.