La realidad doliente del país… la mafia de los pagarés, la corrupción normalizada en el caso de ventas de tierras Indert, la evasión de impuestos y el despojo de campesinos e indígenas, el endeudmiento público, clientelismo y las asimetrías en la negociación en Itaipú son escándalos que clama al cielo.
Así describió monseñor Mario Melanio Medina, obispo emérito de San Juan Bautista de las Misiones y Ñeembucú, la situación del país en su homilía de la misa central del noveno día del Novenario de la Virgen de Caacupé.
El prelado criticó duramente a los políticos que protegen al titular del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Ruiz Díaz, por la venta a precios irrisorios de tierras fiscales en la zona del Corredor Bioceánico, que debían ser para la reforma agraria.
“La venta de tierra. Nada menos que por el responsable del Indert. Dicen que se tiene que ir y se tiene que ir por el bien del pueblo, por el bien de los campesinos, por el bien del país”, sostuvo ante los feligreses, quienes respondieron con aplausos.
“Pero no se va porque le defienden. Lo peor de todo esto, la corrupción, es defender a los indefendibles, a los delincuentes. Le defienden porque es del partido”, continuó, refiriéndose al oficialismo, la Asociación Nacional Republicana (ANR).
Las críticas fueron porque en la sesión del pasado miércoles, la Cámara de Senados postergó el tratamiento de interpelación al secretario de Estado por ocho días.
También cuestionó que la falta de repuesta a los campesinos del Movimiento Campesino Paraguayo “que está un año y cuatro meses ahí en la calle, delante del Indert”.
Normalización. De acuerdo con el obispo, gran parte de los problemas sociales del país se deben a la “normalización de la corrupción” porque significa “la ausencia de la ética y la moral, ausencia de conciencia humana y cristiana”.
Sobre Itaipú, afirmó que las asimetrías “son una vergüenza” y que el país sigue siendo perjudicado por “gobiernos flojos o cómplices”. ‘‘El presidente dijo una vez, usen y abusen del Paraguay a los brasileños. Y nos arruinó totalmente, en todo sentido, material, espiritual, económicamente y también culturalmente. No sé cuánto por ciento utilizan. Gobierno es flojo, o no sé, cómplice, hasta ahora no tratan el Anexo c, que hace rato venció’’
Fustigó también el endeudamiento público y el gasto clientelar, advirtiendo que la pérdida del poder adquisitivo “requiere un replanteamiento de fondo del modelo vigente”, señalando que la falta de una “economía humanista y solidaria” que implique justicia, compasión y capacidad de compartir, genera sufrimiento y desnaturalización de la riqueza.
Criticó a los administradores de bienes públicos que carecen de estas cualidades, aludiendo a la frase: “El hombre lobo para el hombre”. Resaltó que el Gobierno debe proporcionar oportunidades a todos. “La gente no va a comer en esta Navidad el asado, está muy cara la carne: Pérdida del poder adquisitivo para los pobres. La rigidez del gasto público, el gasto público es clientelismo y prebendario”.
El obispo también denunció la situación de los trabajadores y del sistema de salud. “Faltar la plata a los servidores de la salud y de la seguridad es un pecado que clama al cielo”, dijo, mencionando reclamos salariales de médicos y enfermeras y calificando el “robo de IPS” como “inconcebible”.
Medina llamó a la ciudadanía a recuperar la conciencia cívica. “Tenemos que elegir bien, dejando fanatismos de color e ideología”, exhortó. Sostuvo que la ausencia del Estado y la falta de políticas públicas constituyen “grave pecado de lesa patria”.
La corrupción se ha normalizado; eso significa ausencia total de ética, de moral y de conciencia humana y cristiana.
El aguante y la tolerancia tienen su límite, ya no sabemos qué tiene que pasar para que estas situaciones cambien.
Las asimetrías en Itaipú son una verdadera vergüenza; gobiernos flojos o cómplices permitieron este despojo.
Mario Melanio Medina, obispo emérito.