El médico Evelio Cardozo declaró hoy en el juicio oral por la medición de la pena para las procesadas, la odontóloga Lilia Graciela Espinoza y la química Sandra Hermosa, ante los jueces Juan Francisco Ortiz, Rossana Maldonado y Lourdes Garcete.
En el caso, ya declararon la madre de Sol Chávez, Edith Franco de Chávez, y su hermana, Ana María Chávez, quienes señalaron todo lo que padecieron a raíz de la muerte de la joven que seguía el tratamiento odontológico desde hacía dos años con la odontóloga.
En el caso, Cardozo señaló que estaba en el hospital cuando vio lo que ocurría con la muchacha, por lo que intervino para ayudar, y luego vinieron los médicos de emergencia, conforme refirió ante los magistrados.
En un primer juicio oral, las acusadas Lilia Graciela Espinoza había sido condenada a 4 años de cárcel y Sandra Hermosa a 3 años de encierro, pero la pena fue anulada por el Tribunal de Apelación, que si bien confirmó la culpabilidad, debía establecerse de nuevo la pena. En este caso, solo apelaron las defensas.
En un segundo juzgamiento público, ambas fueron condenadas a 2 años de prisión, lo que fue apelada por la fiscalía y la querella. Finalmente, de nuevo se anuló la resolución por parte del Tribunal de Alzada, que dijo que incluso se podía dar más pena que los 4 y 3 años a los procesados.
Esto, porque al solo apelar la defensa, no se puede agravar la pena. Es el principio de la prohibición de la reforma en perjuicio. Sin embargo, los jueces, en la primera audiencia, señalaron que no estaban de acuerdo, y que no podían darle más que 4 y 3 años a las procesadas.
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La acusación
Según la Fiscalía, María Sol Chávez, siendo paciente de la Dra. Lilia Graciela Espinoza, había consumido dos comprimidos de flúor de 1 gramo –por día– durante 14 días. La víctima, al ingerir la sustancia, se sintió mal y fue llevada hasta un sanatorio privado de Asunción por un paro cardiorrespiratorio que le derivó en la muerte. El hecho se registró el 9 de abril del 2021.
La encargada de la preparación del medicamento fue la bioquímica Sandra Natalia Hermosa, quién no tuvo en cuenta el protocolo médico para la elaboración de la sustancia que fue letal para la joven universitaria.