09 ago. 2025

Celebrar con moderación para evitar accidentes y emergencias

La celebración de la Navidad dejó su secuela de accidentes y sucesos de violencia. En el Hospital de Trauma –entre el 24 y 25 de diciembre– fueron reportadas 61 personas atendidas, a consecuencia de accidentes de tránsito, tres de ellas menores de edad. Lamentablemente, tampoco faltaron las heridas por el uso irresponsable de petardos, personas que sufrieron amputaciones de dedos, quemaduras, lesiones oculares, etc. Recordemos que estos incidentes pueden enlutar las celebraciones, todo se puede evitar actuando con prudencia.

Las celebraciones de Navidad y del fin del año traen aparejadas alegría, expectativa y esperanza; sin embargo, junto a la emoción de la fiesta y el reencuentro de la familia y los amigos también se suelen suceder episodios infortunados, provocados por las malas decisiones de las personas.

Estos hechos quedan registrados en las estadísticas de los hospitales y de los procedimientos policiales y son los que año a año empañan las celebraciones.

Lamentablemente, y como ya es usual en estas fechas, los accidentes de tránsito fueron la causa de muertes y traumatismos con diversos niveles de gravedad. Los accidentes en moto, como ya es habitual, han sido de nuevo parte de las amargas crónicas de la temporada.

Este año, el Hospital de Trauma Prof. Dr. Manuel Giagni reportó un total de 61 personas atendidas entre el 24 y 25 de diciembre, a consecuencia de accidentes en el tránsito. Tres de las víctimas de los accidentes eran menores de edad. El director del centro asistencial, doctor Juan Fernández Valdovinos, informó que 246 pacientes fueron atendidos por accidentes de tránsito, agresiones, intoxicaciones y lesionados por la manipulación de pirotecnia.

Según el informe, al Hospital llegaron 61 pacientes lesionados en accidentes de tránsito, entre ellos dos 2 niños. La mayoría de estos eventos involucró una motocicleta. En solo dos días, cuatro personas perdieron la vida en accidentes de tránsito, una de ellas sobre motocicleta.

El reporte del Hospital de Trauma incluye otra vergonzosa estadística, la de las personas heridas por el uso irresponsable de los petardos.

De acuerdo con el reporte, unas 15 personas, adultos y niños sufrieron amputaciones de dedos, quemaduras, lesiones oculares; en el Hospital de Trauma fueron atendidas tres personas, el caso más grave fue el de un niño que perdió dos dedos. Otro caso grave fue atendido en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), donde le dieron asistencia a una niña de 8 años que sufrió la amputación parcial de un dedo.

Varios otros pacientes que sufrieron quemaduras fueron atendidos en el IPS, así como en el Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer); una de las víctimas fue una niña de tan solo un año que se quemó con fosforito, y otro de paciente de seis años que sufrió quemaduras por estrellitas. Los petardos causaron también quemaduras oculares a un total de 5 pacientes pediátricos. En conclusión, se debe reiterar e insistir en las recomendaciones a los padres de no permitir que los niños que manipulen fuegos artificiales, incluso los más aparentemente inofensivos.

Para que las fiestas sean una auténtica celebración, la receta que no falla es prudencia y moderación. Por ello, es fundamental atender las recomendaciones y tener en cuenta las prohibiciones.

Las personas que consuman bebidas alcohólicas no deben conducir ningún tipo de vehículo y quienes se movilicen en motocicletas deben utilizar el casco. Los niños no deben viajar como acompañantes en las motos. Son esas conductas temerarias y arriesgadas las que cada año causan verdaderas tragedias.

La pasada Navidad hubo también varios incidentes provocados por imprudentes e insensatos que hicieron disparos al aire, hecho que según el Ministerio Público, tiene una pena privativa de libertad de hasta cinco años de cárcel. Es necesaria la toma de conciencia para que ya nadie haga estos disparos intimidatorios, que tantas veces han tenido fatales consecuencias. Que la celebración de Año Nuevo sea una ocasión de feliz encuentro familiar, y que ningún exceso enlute las fiestas.

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