El templo parroquial San Ramón Nonato de Puerto Casado, una joya arquitectónica que ha sido testigo de un siglo de historia en la región, se prepara para celebrar sus 100 años de existencia con una serie de actividades que buscan la restauración y reconocimiento como Patrimonio Histórico Nacional.
Construido entre 1924 y 1925 durante el apogeo de la fábrica taninera Carlos Casado SA. Este emblemático edificio es un pilar fundamental de la identidad local, posee en su estructura las tres campanas de bronce traídas de una de las fundiciones de Italia de la época.
Sus peculiares tañidos invitan a la población a participar de las misas y catecismos. Hace un siglo que los casadeños identifican también los repiques fúnebres –denominados dobles– que suenan por algún niño difunto en la comunidad.
Son tres campanas que llevan el nombre de Casilda, Genara y Margarita, hijas de Carlos Casado de Alisal que explotó los recursos naturales del Chaco con su industria taninera, lo que hace especial a estas estructuras de metal son las aún legibles firmas de los soldados que marchaban a la guerra del Chaco y otros que pudieron volver marcaban su retorno del campo de batalla, todas escritas con lápices de carbono.
Una comisión especial se ha formado para llevar adelante los festejos y, sobre todo, para impulsar la puesta en valor de la estructura.
Lo llamativo de esta cruzada en Casado es que ningún miembro de la comunidad sabe la fecha exacta de la inauguración del templo parroquial. La fecha en cuestión está siendo investigada por algunos pobladores a la par que organizan una diversidad de actividades.
El objetivo principal es claro, recaudar los fondos necesarios para una restauración integral que preserve su belleza y valor histórico para las futuras generaciones, el lugar considerado como un emblema de unidad de los casadeños hasta el momento no ha sido declarada como patrimonio histórico y esta comisión pretende lograr este reconocimiento por parte de las instituciones locales, departamentales y a nivel nacional.
El puntapié inicial de esta ambiciosa iniciativa se dio el pasado fin de semana con una exitosa cena show benéfica, este evento no solo sirvió como una primera fuente de recaudación, sino también como la presentación oficial de la comisión y el anuncio del extenso calendario de actividades que se desarrollarán a lo largo del año.
La comunidad de Puerto Casado y sus alrededores están invitados a sumarse a esta noble causa, que busca no solo restaurar un edificio, sino también reafirmar el legado cultural y espiritual de la localidad.