09 nov. 2025

Argentina: ¿Nueva invitada al desarrollo?

La semana pasada el presidente Milei fue el conferencista principal en una cena de gala realizada en el corazón mismo del movimiento conservador de los Estados Unidos.

La cena se llevó a cabo en el lujoso complejo de Mar-a-Lago en la Florida –propiedad de Trump– y fue organizada por la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el núcleo más poderoso de apoyo al presidente norteamericano.

Recordemos que hace tan solo dos meses Milei se encontraba en el medio de una grave crisis económica y había sufrido una aplastante derrota en las elecciones realizadas en la provincia de Buenos Aires. Parecía que el final de su carrera política estaba cerca.

En ese momento y en tiempo récord, el Gobierno de Donald Trump aprobó un auxilio económico inédito de 20 mil millones de dólares y un apoyo político, también inédito, recibiéndole en la Casa Blanca y afirmando que la ayuda económica solamente iba a llegar a la Argentina si Milei ganaba las siguientes elecciones… hecho que finalmente ocurrió.

Este extraordinario soporte norteamericano en medio de un enfrentamiento geopolítico con China nos recuerda la época de la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos ayudaron a desarrollarse a numerosos países del mundo en el marco del enfrentamiento con la Unión Soviética.

El politólogo argentino Andrés Malamud dice que los países que hoy son desarrollados han tenido tres diferentes orígenes: Primero fueron los pioneros , luego vinieron los herederos y, finalmente, los invitados .

Los pioneros fueron los países del norte de Europa, como Inglaterra, Francia y Alemania, que con innovación tecnológica hicieron posible la Revolución Industrial, que fue la base del crecimiento económico y del desarrollo.

Los herederos fueron las colonias británicas, que, como los Estados Unidos, Canadá, y Australia, teniendo una población proveniente de los países pioneros, también alcanzaron el desarrollo.

Los invitados fueron algunos países de Europa Occidental y de Asia, cuando los Estados Unidos en el marco del enfrentamiento contra el comunismo tuvo que ayudarlos a reconstruirse y a desarrollarse.

El Plan Marshall en Europa y las inversiones de las empresas norteamericanas en Japón, Corea y en las últimas décadas en China, sumadas a la apertura del mercado estadounidense a los productos industriales de estos países, hicieron posible que se desarrollaran rápidamente.

La pregunta que se hace Malamud es si Argentina puede ser la próxima invitada, en el contexto del enfrentamiento geopolítico con China por el control de las materias primas vitales para los países desarrollados.

Argentina tiene en la Pampa tierra fértil para producir alimentos; en Vaca Muerta petróleo y gas; en Jujuy, Salta y Catamarca, yacimientos de litio y tierras raras en gran parte del país.

Tengo dudas sobre si esta política norteamericana de apoyo a la Argentina responda a una visión estratégica como la que tenía Kissinger con China o solo a una afinidad ideológica entre los presidentes Trump y Milei.

También tengo dudas de si Argentina podrá aprovechar esta invitación como la aprovecharon los países asiáticos: Invirtiendo fuertemente en educación y tecnología, realizando las reformas laborales que le permitan tener una mano de obra disciplinada y trabajadora y una reforma tributaria que fomente la inversión y no la distribución.

Ojalá la República Argentina logre obtener los beneficios de esta invitación porque su desarrollo será una buena noticia para todos los vecinos, y más para la gran comunidad paraguaya que vive en ese país.

Porque hay una cuarta categoría de países que se han desarrollado en función de vivir en el vecindario favorable. Países muy pobres como eran España y Portugal hoy son desarrollados debido a que están ubicados en Europa.

Esperemos a ver qué pasa, pero la invitación a la Argentina de Milei es una buena noticia para nuestro país, que para desarrollarse necesita de vecinos prósperos.

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