Igualmente, las autoridades sanitarias ya han dado luz verde para que se puedan ir llevando a cabo eventos sociales y culturales con mayor asistencia de personas, en un proceso gradual con protocolos establecidos. Del mismo modo, se reinician los llamados vuelos burbuja de conexión con el Uruguay, y desde allí a otras partes del mundo.
Todos estos anuncios constituyen una buena noticia para quienes ansían una reactivación económica, pero a la vez generan mucha preocupación en otros sectores de la sociedad, especialmente en el gremio médico, por el alto riesgo de que aumenten los casos de contagios o se produzca una segunda oleada del Covid-19.
La advertencia del doctor José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología, de que el sistema sanitario “ni siquiera está cerca” de poder controlar los efectos de la pandemia, contrasta con el optimismo que muestran autoridades nacionales y regionales, dispuestas a ceder ante la presión de los sectores de comerciantes y trabajadores que exigen levantar restricciones para volver a trabajar libremente, ante las críticas consecuencias que ha provocado la pandemia.
Fusillo ha sido claro al avisar que el coronavirus circula en la comunidad, en un alto porcentaje. “Aún no se registra un descenso real en los contagios y de las internaciones. Seguimos con un alto porcentaje diario. Con la reactivación de las actividades sociales, el virus va a circular más y con mayor intensidad en donde no estaba circulando”, indicó, según un informe publicado ayer por este diario.
A criterio del profesional, que coincide con muchos otros colegas médicos, se va a sentir un aumento de los contagios. “En este momento no podemos decir que hay disponibilidad, porque las camas hospitalarias están ocupadas al 98% e incluso tenemos que asegurar que no falte oxígeno”, preciso. En el caso de que la situación no se pueda controlar, Fusillo considera que se podrá registrar en nuestro país una segunda oleada del virus, tal cual como ocurrió en diferentes países europeos y asiáticos.
Hay que asumir que, con el gran cansancio acumulado por la larga cuarentena, con las necesidades extremas de trabajar y generar ingresos, y con la desesperación que siente un gran sector de la población, resultará muy difícil para el Gobierno imponer más restricciones de tipo sanitario.
Por ello, más que nunca se requiere de una mayor responsabilidad ciudadana en extremar los cuidados y cumplir los protocolos. Cuidar la higiene, utilizar mascarillas y guardar el necesario distanciamiento físico con otras personas siguen siendo las claves para tratar de evitar ser contagiado. Cuidarnos a nosotros mismos es también cuidar a los demás.