Redacción Regional
ALTO PARANÁ
Tomás Zayas, antiguo dirigente campesino y que sienta su base en la comunidad El Triunfo de Minga Guazú, dijo que los paraguayos se adaptan para sobrevivir a lo que califica como la invasión cultural brasileña en la frontera, a la que considera como una estrategia de dominación.
Muchas comunidades paraguayas terminan por aceptar, al verse rodeadas culturalmente y, sobre todo, al no sentir la presencia del Estado paraguayo.
“Y, lamentablemente, la gente termina aceptando, porque te dicen ‘qué vamos a hacer’, ‘dónde vamos a ir’, ‘a quién vamos a reclamar’”.
En este contexto –sostuvo– desde las organizaciones como el Foro Social de Alto Paraná y la Asociación de Agricultores del Alto Paraná (Asagrapa) defienden el medioambiente, la agricultura familiar y la cultura paraguaya.
“El tema cultura es una estrategia de dominación. Hay datos. Cuando terminaba la Guerra del 70, se informa que Paraguay perdió y el canciller decía que la estrategia de guerra era no solo derrotar militarmente, si no eliminar el diabólico idioma guaraní. Porque un pueblo que se olvida de su historia no tiene una identidad”.
Insistió en que un pueblo que no tiene cultura, que no tiene identidad, no tiene futuro. “Entonces esto es lo que hacen los invasores, vienen y atacan nuestra forma de vivir para que después resulte más fácil quitarnos ñande rekoha (lugar de vivir)”.
El dirigente recordó que un informe que data del 2004 dice que 11 distritos del departamento estaban controlados políticamente, administrativa y culturalmente por brasileños.
“Y eso creció porque el Estado no cumple su rol de defender la soberanía de nuestro país, entonces crecen los invasores y las comunidades paraguayas empezaron a reducirse”.
Responsabilidad. En este contexto, la comunidad El Triunfo, ubicada en el kilómetro 34, distrito de Minga Guazú, tiene una gran responsabilidad de mantener la cultura paraguaya.
“Hablo de mantener nuestras costumbres, nuestra comida, nuestras tierras, nuestros recursos naturales en manos de paraguayos y construir un comunidad”.
Recordó que esa fue la idea que impulsaron desde la organización campesina en esta región fronteriza hace 30 años atrás.
“En la década de los 90 teníamos 50 ocupaciones, pero lamentablemente todas desistieron, quedando muy pocas comunidades que siguen resistiendo”.
Comentó que el Foro Social, como organización, está instalado en gran parte de los distritos del departamento, como en Santa Rita, Tavapy, Los Cedrales, Minga Guazú, Yguazú, Mallorquín, O’Leary, San Alberto, Mbaracayú, Minga Porã, Itakyry entre otros distritos donde estamos presentes.
“En Santa Rita, tenemos compañeros que trabajan en la comunidad de Santa Lucía, están otras comunidades paraguayas como Fulgencio R. Moreno, San Miguel y después en los barrios”, señaló el dirigente.
ESPERANZA. Zayas celebró la determinación de la intendenta Nanci Algarin, del distrito de Mbaracayú, que dispuso por resolución municipal el cumplimiento de lo que establece la Constitución Nacional, estableciendo que para el pago del impuesto, la publicidad, estas deben estar en todas sus formas, en los idiomas oficiales en castellano o en guaraní.
“Nos pone muy contento e inspira una mínima esperanza de que tenemos aún en nuestro país autoridades que piensan en los paraguayos”, refirió, al tiempo de confirmar que en estos días estarán entregando como Asagrapa, una nota a la intendenta de Mbaracayú sobre la medida adoptada.
Tomás Zayas insistió que espera que otros municipios adopten la misma medida, sobre todo en aquellas comunidades donde hay una mayor presencia de colonos brasileños.
“Entre ellos usan el portugués y el español en forma indiscriminada”
Para el docente jubilado Líder Amarilla –ex concejal municipal en dos periodos del distrito de Santa Rita– es enriquecedora la cultura brasileña, pero no hay drama en dicha localidad ya que existe respeto entre los inmigrantes e hijos de inmigrantes brasileños en el relacionamiento con las familias paraguayas.
“Demasiado bien nos llevamos, no hay drama. Llevo acá 30 años, soy docente jubilado y te puedo hablar con propiedad. Me inicié acá y me jubilé hace cuatro años, nunca tuve inconveniente en cuanto al idioma con el alumno, en la sala de clase se enseña castellano y guaraní. La relación es un 50/50%, o 70/30%. Entre ellos usan el portugués y el español en forma indiscriminada”, afirmó Amarilla.
“Ellos aprenden de nosotros, yo veo de esa forma, algunos quieren que se adapten al 100%. Acá nunca se llegó al conflicto, a algunos les gusta el portugués, hay programas de radios, publicidad en portugués, pero en carteles casi nada ya”, agregó.
En Santa Rita todos los intendentes municipales son paraguayos y la mayoría de los concejales –porque aunque haya mayor población de inmigrantes y sus descendientes brasileños– hay mayoría paraguaya en el padrón electoral, conforme con la versión de Amarilla.
FUSIÓN. En cuanto a las tradiciones, hay una fusión de tradiciones como en las fiestas de San Juan de nuestro país, en su equivalente brasileño que es la Festa Junina. Esto ocurre con lo que se ofrece en estos eventos como el pastel mandi´o, pajagua mascada paraguaya y la caipirinha y quentão brasileña, en las organizadas por las instituciones educativas.
Las celebraciones tradicionales en Santa Rita se llevan a cabo en los barrios como en la colonia Panambí, donde se hace el chancho a la paraguaya o cerdo a la pururuka, la fiesta del cupín (cebú) en el barrio San José y el buey al horno en la colonia Cerro Largo. “En la fiesta patronal de Santa Rita, cada 22 de mayo, se integra todo”, manifestó.