Ayer, circularon imágenes de algunos habitantes tratando de salvar a sus ganados vacunos. La falta de agua en los tajamares convirtió en verdaderas trampas para los animales que, ante la necesidad de hidratarse quedaron atrapados en el fango.
Esto ocurrió en la parte rural del distrito de Casado. Los ganados visiblemente desnutridos y con sed pertenecen a pequeños productores que subsisten mediante este rubro. La implacable sequía ahora los golpea sensiblemente.
A esto se suma la falta de planes efectivos por parte de las instituciones locales y departamentales para apoyar permanentemente a los afectados. Esto atendiendo que cada año se sufre esta situación en el Chaco.
El fallido acueducto, a su vez, tampoco llega a estas zonas productivas donde –paradójicamente– se encuentra la estación de bombeo del Acueducto para el Chaco Central, la cual funciona solamente en la parte urbana.
Hasta el momento en el departamento chaqueño no existe declaración de emergencia distrital ni departamental, a pesar de la gravedad de los incendios forestales y sus consecuencias en la salud y la sequía que afecta por igual tanto a las poblaciones indígenas y a los productores de pequeña ganadería que tienden a perder sus animales por la falta de agua.
La mayoría de los asentados en sectores rurales no cuentan con la capacidad de almacenamiento de agua, dependen de tajamares que actualmente están secos. La población que se debate entre la falta de trabajo y no saber a quién acudir, ya que sus autoridades están divididas.