Tras más de tres meses de intenso aislamiento provocado por las históricas lluvias que dejaron poblaciones inundadas y una red vial destrozada, que hizo depender de ayudas de emergencia a los pobladores de lejanas localidades del distrito de Fuerte Olimpo y Bahía Negra, ahora las instituciones departamentales y locales, con esfuerzo de civiles como los ganaderos y vecinos tratan de mejorar los caminos destrozados para rehabilitar y volver a la normalidad.
Los ganaderos, vecinos, el gobierno departamental y el Municipio de Fuerte Olimpo están trabajando incansablemente, cada uno aportando su parte, para reparar los caminos y devolver la conectividad a esta vital región del Chaco paraguayo.
Las intensas precipitaciones, que se extendieron por más de un trimestre, no solo causaron estragos en las infraestructuras viales, sino que también sumieron a varias comunidades en una profunda incomunicación, afectando gravemente el transporte de bienes esenciales, la actividad ganadera pilar económico de la zona y la vida cotidiana de sus habitantes.
La colaboración es el motor de esta recuperación. El Gobierno departamental ha destinado maquinarias viales en tramos críticos, mientras que el municipio hace de su parte en su zona de influencias con su equipo de trabajo.
Sin embargo, el esfuerzo de los ganaderos y vecinos ha sido fundamental con sus propias maquinarias y recursos además de camiones y en muchos casos, los pobladores con sus propias manos, están colaborando activamente en el relleno de baches, la recuperación de terraplenes y la mejora general de los tramos más afectados.
Las poblaciones que fueron muy afectados son Toro Pampa, San Carlos, María Auxiliadora, Fuerte Olimpo mismo y Bahía Negra, los establecimientos ganaderos y centro educativos que para evacuaciones tuvieron que precisar de transportes aéreos.
Los trabajos se centran en la rehabilitación de los principales corredores viales que conectan las distintas localidades del departamento, así como en los accesos a las estancias y comunidades más apartadas.
Si bien la magnitud del daño fue considerable, los avances son notables, se espera que pronto haya transitabilidad, permitiendo un flujo más normalizado de personas y mercaderías además de transporte de ganados.
Esta iniciativa conjunta no solo busca restaurar la infraestructura dañada, sino también fortalecer el espíritu comunitario y la resiliencia de Alto Paraguay, demostrando que la unión de esfuerzos es la clave para superar los desafíos.