Francisco produce enormes sandías en su chacra y se encarga de venderlas en el centro de Hohenau. Es un puesto improvisado muy visitado por los consumidores de esta fruta, en su variedad híbrida, conocida por ser sabrosa, dulce y rica en minerales y vitaminas.
Las frutas que vende son las sembradas en junio pasado, cuya zafra está en pleno auge en estos momentos. “Cada año cultivamos la sandía en diferentes etapas para poder cosechar y disponer de las frutas durante varios meses entre la primavera y el verano”, cuenta al señalar que ahora están cosechando otra tanda de este fruto, muy codiciado en el verano.
A pesar de las adversidades climáticas que tuvieron este año –dijo– sacan muy buenas frutas; por lo que –junto a su compañera de ruta– espera que las cosechas de los meses venideros también sean exitosas. “Trabajamos con mi esposa poniendo mucho cuidado para poder producir con objetivos rentables y nos va muy bien porque sacamos unas ganancias que nos brindan la posibilidad de desarrollar una vida de mejor calidad”, comparte.
No perdió la ocasión para hacer un pedido especial al Gobierno. “Pedimos a las autoridades mayor respaldo, que combatan el contrabando que nos perjudica mucho. Ahora también está entrando sandía del Brasil, aunque no tiene la calidad de la que producimos”, dice.
Una de las particularidades de la sandía es que contiene nutrientes como la vitamina A, B y C. Entre los minerales se destacan el potasio, magnesio, hierro y fósforo y otros. La sandía es muy apreciada en la estación estival porque es una fruta refrescante que aporta 90% de agua por lo que es una forma de hidratación.