En total 443 mil dosis de crack ya fueron incautados en lo que va del año, según la Secretaría Nacional Antidrogas; sin embargo, el microtráfico sigue expandiéndose sin freno en distintas localidades de la República.
Mientras se agudiza el combate a este flagelo, el negocio ilícito está floreciente, ya que se descubren estructuras y puntos de distribución en cada vez más zonas del país.
Agentes del Departamento de Antinarcóticos allanaron ayer una vivienda frente al Hospital Menonita de Itacurubí, Departamento de Cordillera.
Hace tiempo, los intervinientes manejaban la información de que allí funcionaba un centro para proveer a microtraficantes de la zona.
El operativo se realizó a tempranas horas de la mañana y de manera sorpresiva. Fueron detenidos Arnaldo Peña Ramírez (42), y Héctor Luis Villalba (35).
En poder de ellos fueron incautados 50 gramos de cocaína distribuidas en dos porciones grandes y misma cantidad de cocaína tipo crack.
Los intervinientes también incautaron como evidencias teléfonos celulares, dinero en efectivo y un automóvil de la marca Mini Cooper, que manejaba uno de los detenidos, que no tenía problemas en ostentar lo bien que le iba en el negocio, explicaron los investigadores.
Los detenidos y las evidencias incautadas fueron llevados hasta la sede del Departamento policial en Cordillera. El fiscal Benjamín Vera estuvo a cargo del procedimiento.
En Caaguazú
Por otra parte, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas detuvieron al encargado de poner en circulación dosis de cocaína en Juan Eulogio Estigarribia con 40 gramos de cocaína.
Se presume que es un foco de distribución de la modalidad del microtráfico.
Se trata de Marcos Emilio Galeano, quien ya estaba siendo seguido por los agentes debido a constantes denuncias realizadas por los vecinos preocupados por la gran cantidad de jóvenes adictos a esta droga en la zona.
El hombre ya se encuentra a disposición del fiscal Osvaldo García, que estuvo encabezando las incursiones.
Para la fiscala Lourdes Bobadilla, el negocio del microtráfico no solo afecta a la salud de los consumidores, sino que crea un caos en el sistema de Justicia, generando un ingreso masivo de jóvenes al sistema penitenciario por diversos hechos punibles cometidos bajo los efectos de estupefacientes.
Para la profesional no es suficiente aplacar los nuevos focos de distribución, sino trabajar en la prevención.