El titular del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Hugo Idoyaga, aseguró que ya hay un registro de 950 animales denunciados como muertos.
Ante esta situación, Idoyaga señaló que ya trabajan con la filial de la ARP en la zona para ofrecer asistencia al sector, según informó en contacto con la 780 AM.
Mientras tanto, los pequeños y grandes productores ya alertan de un fuerte impacto en la ganadería, sobretodo en la zona de Laureles, y esto debido a que entre el jueves y viernes se pronostica un clima bastante frío que podría empeorar la situación.
Según denuncias recabadas por el corresponsal Juan José Brull, los animales mueren porque pierden peso y viven rodeados del agua, con muy poco alimento.
En este sentido, las cifras ofrecidas por el Senacsa podrían aumentar, y esto significa una gran pérdida para los ganaderos, teniendo en cuenta que Ñeembucú es un productor de terneros que van a otras zonas del país para el engorde.
En esta época ya salieron cerca de 40.000 cabezas destinadas a San Pedro, Alto Paraná y el Chaco, etc. La cifra para este periodo del año alcanzaba normalmente a 70.000.
Los productores, por no contar con otra salida rápida y además para aminorar las pérdidas, también optan por vender sus animales para resguardar su capital.
En el distrito de Laureles existen 1.145 productores con aproximadamente 57.000 cabezas de ganado.