El Cones había decidido intervenir la Universidad Nacional de Pilar en la mañana del 17 de diciembre pasado. Horas después el rector con permiso de la UNP y diputado nacional, Víctor Ríos había resaltado que detrás de la intervención hay una vendetta política en su contra.
El adelantamiento de elecciones de autoridades de la universidad, el funcionamiento supuestamente irregular de la Facultad de Ciencias Biomédicas y la Facultad de Ciencias, Tecnología y Arte son algunas de las principales causas de intervención.
El Consejo Nacional de Educación Superior había detallado en diciembre entre otros motivos el funcionamiento de dos facultades sin dictamen del órgano de educación superior. También que algunas autoridades de la universidad no cuentan con toda la habilitación académica correspondiente para ocupar los cargos, así como que muy pocos docentes ingresaron por concurso.
El ingeniero agrónomo Pedro Gerardo González, ex rector de la Universidad Nacional de Asunción fue designado interventor. El académico encabeza hasta hoy la intervención de la Universidad Sudamericana.
González estará acompañado de un equipo de intervención integrado por el doctor Daniel Sosa, el ingeniero Ricardo Garay, exdirector de posgrado de la UNA, el doctor Julián Agüero de León, ex director general académico de la UNA, y el licenciado Jorge Raúl Cabañas, ex director del Centro Nacional de Computación de la UNA.
La intervención de una universidad no implica el cese de sus actividades académicas. El rector de la Universidad Nacional de Itapúa Hildegardo González, vicepresidente del Cones explicó que la intervención de las universidades o institutos no son agradables, pero que a la larga beneficia.