“Los obispos del Paraguay elevan sus oraciones por los fallecidos y expresan su solidaridad y cercanía espiritual con los familiares y seres queridos, para que el señor les fortalezca en la fe la esperanza y la caridad”, reza el comunicado.
La Iglesia reafirma que la vida es un valor supremo que no está subordinada a ninguna causa política, social o económica, y pide que cesen los atentados contra la vida y la dignidad de las personas, cualquiera sea su condición y función.
En ese sentido, la CEP señaló a los autores intelectuales y materiales de este crimen que, “ante Dios y ante los hombres, no tiene justificación alguna tanta violencia y muerte. ¡Paren! ¡Basta de tanto dolor y luto!”.
Asimismo, exigieron, una vez más que las autoridades identifiquen a los criminales y adopten todas las medidas legales para el castigo de los culpables y para que se evite más derramamiento de sangre inocente.