CIUDAD DEL ESTE
Son 22 los casos de hurtos registrados en un mes en el Paraná Country Club, de los cuales solo algunos casos son denunciados ante la Policía y el Ministerio Público, según el abogado Rolando Cáceres, quien asesora a una familia afectada por un perjuicio de más de 100.000 dólares en dinero, relojes de colección y joyas ocurrido en junio pasado. Los 22 casos ocurrieron en parte de mayo y junio respectivamente. Estos fueron comunicados por las víctimas a la guardia del complejo habitacional.
El condominio está ubicado en Hernandarias, a orillas del río Paraná y Acaray, y de un tiempo a esta parte aparece como refugio preferido de personas involucradas en actividades delictivas, según la Policía. “La Policía investiga a delincuentes que utilizan viviendas alquiladas a nombre de terceros en el complejo. Ya hubo detenciones de convictos brasileños, traficantes de armas y narcos”, reveló Augusto Lima, jefe de Relaciones Públicas de la Policía.
Muchos de los casos considerados menores, que fueron callados por las propias víctimas, se evidenciaron tras la denuncia realizada por el despachante Diógenes Martínez, a quien asesora Cáceres Salvioni. En el caso mencionado, el perjuicio superó los 100.000 dólares y se presume que los autores son moradores del Country.
En la misma noche en que visitaron la vivienda de Martínez, personas desconocidas ingresaron a casa de un vecino de apellido Hendell, pero no llegaron a cometer el hurto. Mientras que en otra vivienda, llegaron a romper una ventana y dejaron huellas de zapato con barrio, según las fuentes. Una semana antes, otro poblador fue víctima del hurto de objetos electrónicos como un Ipad, entre otros.
“En una noche robaron 6 carritos de golf, que luego de un buen tiempo aparecieron abandonados hacia el río”, afirmó una de las vecinas. Este hecho ocurrió en diciembre del año pasado, pero recién tras el hurto a Martínez fue dado a conocer.
Las denuncias son más constantes desde el año 2011, cuando personas se alzaron con un cofre, propiedad de Alex Hanmoud, con más de 60.000 dólares, según las publicaciones.
Ni los locales religiosos se libran de los ladrones. En enero del 2015, el sacerdote Wojciech Eelc denunció el hurto de 5.000 dólares americanos, tres computadores, dos armas de fuego y otros artículos, de la casa parroquial Santa María de Los Ángeles, que está ubicada en la zona comercial del complejo, donde también había sido asaltada la firma Reconfut.