Al observar la antigua foto en blanco y negro, perteneciente a la colección de la historiadora Milda Rivarola, se aprecia un grupo de personas que visitan el manantial milagroso. Al ser comparada con una imagen actual, tomada desde el mismo ángulo, se observan los cambios edilicios.
Un texto didáctico relata que el pozo nació como un torrentoso manantial en medio de un espeso follaje, ya en la época de la Independencia, cuando unos niños relataron que “una hermosa y resplandeciente mujer” se les aparecía cuando visitaban el lugar.
El ykua “empezó a ser conocido durante el gobierno de don Carlos Antonio López y ganó notoriedad popular al inicio de la Guerra Contra la Triple Alianza (1865-1870)”, destaca el texto.
Otra foto histórica, ya en colores, tomada por el fotógrafo Fenno Jacob para la National Geographic en octubre de 1943 y divulgada por la historiadora Ana Barreto Valinotti, también parte de su colección, muestra la permanencia de la misma estructura de metal, todavía en medio del follaje, pero ya rodeada de una multitud de peregrinos que se disputan llevar el agua en ánforas y cántaros. Comparada con una secuencia actual, en el mismo sitio, se observan las sensibles diferencias del entorno, pero la leyenda sigue siendo la misma.