Por Karen Núñez – TW: @karencitanunez
Ya entramos en la parte final del ciclo escolar de este 2016, una época de muchas actividades, exámenes, exposiciones, exhibiciones gimnásticas, actos de clausura, entre otras cosas. Es un periodo que viene generalmente acompañado de mucha angustia, tanto para los niños como para sus padres. ¿Se puede hacer algo para evitar este estrés o para minimizar sus efectos y rendir al máximo en todas las actividades, especialmente en los exámenes?
La licenciada Martha Cabrera recuerda que la planificación y la disciplina durante todo el año son muy importantes, evitando dejar las cosas para última hora: “Es fundamental dedicarle tiempo cada día a las tareas escolares, mantener ordenados y completos los cuadernos y libros, que los hijos sean responsables en comunicar tal o cual actividad con anticipación. Si tienen muchas actividades deben hacerlo por parte, no dejar todo para última hora”.
El acompañamiento de los padres es primordial para el buen desarrollo de los niños: “A los padres siempre pedimos dedicación a sus hijos, que se interesen por estas actividades escolares, que estén en comunicación constante con los docentes y con otros padres, apoyando al grado o curso”.
Es muy importante que esté presente siempre el diálogo y que los desafíos que vengan, tales como la etapa de evaluaciones, sean vistos como una oportunidad de demostrar los conocimientos adquiridos y “no amenazar con que los resultados de los exámenes serán una sentencia de tener o no vacaciones”.
Para vivir con mayor tranquilidad la etapa de exámenes y finalización de clases “es importante tener completos los materiales de estudio, el buen descanso, el dedicar tiempo para estudiar, buscar una motivación constante, lograr objetivos propuestos al estudiar una materia, destacarse en ella y buscar ayuda en las dificultosas para el alumno, ya sea con grupos de compañeros o profesora particular e investigar más sobre el tema, ya que tenemos el acceso a Internet (bajo supervisión de los padres o encargados)”.
La manera en que los padres podemos asegurarnos de que nuestros hijos estudien adecuadamente y estén bien preparados para rendir es: “Monitoreando constantemente el proceso de aprendizaje, haciendo preguntas sobre lo que aprendieron y sobre las actividades que realizaron. Hay que dedicar tiempo para observar este proceso en el cuaderno, libro, trabajos presentados, exigir que ellos demuestren lo mejor en los exámenes porque son capaces de hacerlo, animando cada día a que sean responsables y haciendo entender que tener acceso a la educación es un privilegio”, recomienda Cabrera.
Para una buena preparación antes de los exámenes, respetar el estilo de aprendizaje de cada hijo es fundamental. No hay que comparar a un niño con sus hermanos, primos o compañeros, pues cada uno es diferente. Se debe buscar un ambiente adecuado para estudiar, establecer un tiempo dedicado a las tareas y evitar distracciones. La sicopedagoga también sugiere mantener un grupo o compañero de estudio, brindar opciones de estilo de aprendizaje, técnicas nuevas de estudio y ser autodidacta: es decir, el que se educa por su propio medio reforzando o ampliando sus conocimientos.
En resumen, el acompañamiento constante de los padres, el diálogo, la motivación, la disciplina de estudio y entender que el proceso de aprendizaje dura todo el año harán mucho más fácil superar esta etapa con confianza y mayor tranquilidad.