La policía sigue registrando viviendas en Chemnitz, donde residía el sospechoso; las medidas de seguridad se han elevado en estaciones de tren y aeropuertos de todo el país; y uno de los 3 detenidos va a ingresar con toda probabilidad en prisión preventiva. No obstante, el foco de la investigación está puesto en dar con el paradero de Jaber Albakr, el sirio de 22 años nacido en las afueras de Damasco que estaba confeccionando en su casa un explosivo y que, según la policía, habiéndose perseguido, resulta peligroso. El sospechoso se escapó delante de los agentes de las fuerzas especiales, que llegaron a disparar un tiro de advertencia al aire para que se detuviese, pero que optaron por la cautela ante la posibilidad de que llevase explosivos consigo y los hiciese estallar en una zona densamente poblada. efe