El doctor Espinoza manifestó en Radio Monumental AM que la recomendación a nivel mundial es mantener el anonimato tanto de los donantes como de los que reciben el órgano. En Paraguay, se da la peculiaridad de que generalmente se conocen ambos y a veces hasta mantienen una relación amistosa.
“No suelo escuchar esa peculiaridad en otros países”, expresó el director del INAT. Indicó que la recomendación viene por diferencias de ideas religiosas o cuestiones raciales y culturales que puedan aparecer.
En otros países ocurre que alguna persona recibe un órgano de una mujer, o de una persona de otra raza, y le afecta de mala manera. Según Espinoza, hubo hasta casos de suicidio.
“Conocer la identidad podría generar algún tipo de reacciones, de reclamos”, agregó. La persona beneficiada con el trasplante “puede estar disconforme con el órgano en relación a la persona de la que viene”, explicó.
Hasta el momento, según el doctor Espinoza, eso no sucedió en Paraguay porque hay una “uniformidad social o cultural”.
Señaló que el anonimato es una “protección para el sistema que rige, para el que percibe y también para el que dona”.