El pasado 16 de noviembre, delincuentes faenaron sus cinco vacas lecheras, lo que representó una pérdida significativa para su sustento y economía familiar.
Sin embargo, a casi un mes del hecho, Maris Escurra denuncia la falta de avance en la investigación.
“No sé nada de lo que está haciendo la Justicia, no tengo ninguna respuesta”, expresó con preocupación, señalando la desprotección que sienten las víctimas de estos delitos.
Agregó que aparte del daño material que causaron los delincuentes, le destrozaron anímicamente, ya que sus animales eran su compañía.
El caso pone nuevamente en evidencia la constante preocupación de los pequeños productores en el Paraguay, que enfrentan recurrentes robos de ganado sin que las autoridades logren resultados concretos en las investigaciones.
Doña Clara hizo un llamado a las autoridades para que se priorice estos casos y se brinde justicia a las víctimas, subrayando la importancia de proteger a los productores rurales que dependen de sus animales para sobrevivir. J.R.