La obra que debía financiarse con el dinero de los Bonos G8, emitidos hace casi tres años, ya empezó a generar inconvenientes y alarma entre los vecinos.
Carmelo Aquino, poblador del barrio Manorá, relató que el desarrollo de la obra se dilató bastante, ya que durante el primer mes posterior a la palada inicial (registrada el pasado 27 de marzo) solo hubo relevamiento de datos, según el vecino. En dicho periodo, aseguró, no se vio el movimiento de ninguna intervención que requiriera de maquinaria pesada.
Más tarde, empezaron los primeros inconvenientes con la obra. En la zona ubicada entre Nuestra Señora del Carmen y Capitán Patricio Maciel, los vecinos comenzaron a verse en aprietos al no poder ingresar a sus residencias con sus vehículos. Se vieron obligados a estacionar en una esquina ubicada a metros de la calle Augusto Roa Bastos.
Lea más: ¿Bicicleteo? Nenecho paga por obras sin aclarar con qué fondos
“Los vecinos tienen que estacionar y entrar (...) El vehículo de mi hermano ya se dañó, se tuvo que quedar afuera y ahora no arranca porque es eléctrico y le entró agua”, contó Carmelo, y añadió que incluso ya se registró el robo de accesorios de un vehículo.
Las daños aumentan si se tiene en cuenta el efecto de las lluvias. En la última que se registró ayer jueves, las aguas entraron a la habitación de Carmelo y perjudicaron sus pertenencias, como la heladera, el lavarropas, la cama y otros elementos.
“Acá es un lugar donde viene muchísima agua con cualquier lluvia. A mí me entró todo en mi pieza. Un quilombo. (...) Ellos dejaron todos los tractores, las máquinas frente a mi casa, y yo les pedí que muevan todo, el agua venía y rebotaba ahí y volvía hacia mi casa”, relató el poblador.
Reclamó el hecho de que ni la Municipalidad de Asunción ni la empresa contratada (Consorcio Pluvial Santos) se estén haciendo cargo de los efectos de la obra. “Porque no pueden entrar, tiene que haber un espacio o un sistema o algún tipo de indemnización o garantía. Esto ya escapa a nuestra voluntad y creo que ellos tienen que absorber de alguna manera”, apuntó.
El poblador insistió en que las obras se realizan de forma muy lenta y no se toman las precauciones para que las aguas circulen sin perjudicar a los vecinos.
“Si no hacen algo, yo me voy a volver a inundar; a ver si ellos no toman la precaución”, dijo, y pidió por otro lado que se preste atención a los materiales que se utilizan, puesto que “se falló en la medida de los caños” por lo que se pretende que circule el agua, según reclamó.
Vecinos temen posible bloqueo de calle
Una vecina del barrio Santo Domingo aseguró que los pobladores no fueron informados sobre el proyecto antes de su implementación, pese a que este lleva el nombre del barrio.
Explicó que la mayoría transita a diario por la calle Mariotti, y que de aplicarse el circuito proyectado por la obra, se terminaría bloqueando el paso para los vecinos.
“El proyecto tomaría la calle Mariotti hasta Luis de León, y Luis de León es nuestra entrada. No tenemos por donde entrar ni salir, al menos con vehículo, porque a pie podemos salir por el pasillo que está al costado del Colegio Aula Viva”, dijo la vecina en contacto con Última Hora.
“Pretenden hacer el desagüe trayendo esa tubería. Está el arroyo que pasa por el patio, vamos a decir, de un colegio de la zona, que construyeron encima. Ahí podrían desaguar por un cauce natural si vinieran por Sacramento, pero ellos pretenden entrar por Mariotti y bajar por Profesor Viriato Díaz Pérez hasta el arroyo Mburicaó", observó la pobladora.
Apuntó, por otro lado, al problema que surgiría si se llegara a desarrollar la obra en la zona.
“Ellos pretenden romper todas las veredas para meter la cañería de desagüe cloacal y de Essap, y hacer la tubería enorme que pretenden meter por Mariotti. ¿Y por dónde salimos? Vamos a quedar encerrados en nuestra casa cuando hagan ese trabajo”, cuestionó.
En esta zona en cuestión, el tránsito de vehículos y peatones es constante, puesto que existen talleres, empresas y el estacionamiento de un colegio. Todo esto se vería afectado.
Tramos y costo de la obra financiada con Bonos G8
El proyecto de desagüe, por el que ya se pagó G. 14.030.390.947, abarca unas 180 hectáreas y 105 subcuencas, como señaló la ingeniera Mirtha Acha durante el acto de la palada inicial.
La obra comprende una intervención de 4 kilómetros de longitud, entre galerías celulares simples y dobles que terminarían descargando el agua en el arroyo Santo Domingo y, finalmente, en el arroyo Mburicaó, según informó la Municipalidad.
Acha también mencionó que entre los puntos críticos del proyecto se encuentra la calle Santa Ana y Roque Centurión Miranda; Melvin Jones entre Roque Centurión Miranda y Nuestra Señora del Carmen; Soldado Desconocido y Papa Juan XXIII; así como también la avenida Sacramento, entre Boettner y Alfonso Tuñón.
El proyecto de la cuenca Santo Domingo forma parte del programa que debía ejecutarse con los Bonos G8, que se emitieron en 2022 por valor de G. 360.000 millones.
El intendente de Asunción, Óscar Nenecho Rodríguez, asegura que dichos fondos no se tocaron y justifica el uso del dinero mencionando la cuestionada figura de la cuenta única.
El manejo de este préstamo, sin embargo, no es transparente, puesto que no se registra entre las cuentas bancarias de los bonos que constan en el último balance general de la Municipalidad de Asunción. Hasta diciembre de 2024, según ese documento, solo había G. 804.792.024. Mientras tanto, solo por las obras de Santo Domingo aún se deben G. 58.359.055.777.