15 jun. 2025

Upa mamá

Se convirtió en el “criado” más guapo y hacendoso. El ejemplo. Responsable y leal como él solo. Madrugador y trabajador. Muy lejano al deseo de su madre, su cuidadora solo le permitió estudiar hasta la primaria.

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El tercer domingo de junio se celebra en Paraguay el Día del Padre.

Foto ilustrativa.

Upa mamáaaaa!, clama desde su cama en el hospital buscando un consuelo, un brazo que lo sostenga mientras agota sus fuerzas para erguirse. Llegó a internarse luego de que nada se le sentara en el estómago, y estuviera como un alma en pena hasta convencerse que necesitaba ayuda.

Nunca se quejaba y si lo hacía era solo porque llegaba a un límite. Hace un año atrás salía de un cuadro complicado de varias cirugías e internaciones, tras la colocación de un marcapasos.

Upa mamá!, decía Danielito mientras su mamá, con cariño, lo mandó a ir a jugar. Era un lugar nuevo para él. Desconocido, amplio, con muchos rincones para recorrer.

Doña Juanita conversaba con su comadre, a quien le estaba encomendando su tesoro divino, solo que él aún no lo sabía y no lo comprendería jamás. Lo marcó de por vida.

La mujer tenía la esperanza de que su pequeño tuviera una mejor educación y pasar. Lo mismo hizo con la mayoría de sus otros hijos, siempre pensando, quizá, que era lo más conveniente.

De repente, Danielito notó un ambiente enrarecido. Su madre ya no estaba. Desesperado salió a la calle y subió a un colectivo para buscarla. Lloraba y clamaba por ella.

Lo encontraron, finalmente, pero lejos de darle un abrazo de contención, su nueva tutora se sintió con el derecho de darle un castigo ejemplar.

Eso recordaba él cuando relataba parte de su historia más adelante a su esposa y a sus cinco hijos como si fuera una anécdota jocosa. “Dejó de pegarme cuando una vez corrí y siguiéndome, resbaló y cayó", contaba siempre.

Se convirtió en el “criado” más guapo y hacendoso. El ejemplo. Responsable y leal como él solo. Madrugador y trabajador. Muy lejano al deseo de su madre, su cuidadora solo le permitió estudiar hasta la primaria.

Un día la tutora se enteró de que doña Juanita vendría por él y resolvió enviarlo lejos de su alcance, casi al límite de otro país. Eso, Danielito lo supo mucho tiempo después.

Pero como el amor es más fuerte, le ganó la pulseada. Ya no pudo alejarlo para evitar su elección de casarse con la que él creyó la mujer de su vida, la que estaría hoy calmando su dolor y aliviando su corazón.

Upa mamá!, vuelve a decir entre sueños dispersos, en los que sigue alzando los brazos, esperando a la que le prometió un paseo a la casa de la tía en la ciudad, y solo quizá se olvidó de buscarlo para volver a su ranchito, su lugar feliz de la infancia.

Escucha voces de sus hijos, de sus nietos, sus amigos, sus conocidos y de todas las personas que, unidas en oración, esperan que salga de esto. Saca fuerzas de donde uno vaya a saber, en medio de su estado crítico y delicado.

Es invencible, es fuerte, es un roble. Es mi papá. Lo amo y lo respeto, así como sé que sienten lo mismo mi mamá, mis hermanos, nuestros hijos, y nuestra familia ampliada. Estamos contigo viejo!

Posdata: Feliz día a mi papá y a todos los padres responsables (Mi rotundo rechazo a la práctica del criadazgo).

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