El presidente del Colegio de Escribanos del Paraguay (CEP), Jorge Miller, cuestionó el proyecto que busca unir al Servicio de Catastro, del Poder Ejecutivo, con la Dirección de Registros Públicos, del Poder Judicial.
A su criterio, la iniciativa “para lo único que va a servir será para adjudicar sueldos y acomodar a cierta gente” y sin generar ningún beneficio para la ciudadanía. Asimismo, cuestionó que ambas instituciones no se encentran funcionando al 100%.
En ese sentido, consideró que el proyecto planteado no tendrá un buen final en caso de ser aplicado. El proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Catastro Registral (Sinacare) y la Dirección Nacional de Catastro y Registros Públicos (Dinacare), debe tratarse este lunes en el marco de una audiencia pública de la Comisión de Reforma Agraria y Bienestar Rural del Senado.
“Esto lo único que hará es la creación de un superpoder y más salarios que pagar. Primero esperaría que ambas instituciones funcionen de manera independiente, antes de pensar en este proyecto”, prosiguió en contacto con radio Monumental 1080 AM.
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Con una postura muy similar, Estela Fornerón, directora del Instituto de Derecho Notarial, cuestionó dicho proyecto y advirtió que la propuesta “será como crear un nuevo Estado con atribuciones peligrosas”.
“Si no coinciden algunos documentos ellos podrán hacer modificaciones sin consultas, eso es muy peligroso”, insistió a la misma emisora radial. A su turno, su colega Ana María Mendoza de Acha también dio su parecer sobre el tema y calificó de “demencial” unir dos instituciones ineficientes y corruptas.
“Lo que esta ley propone es que ambas instituciones ineficientes y con prácticas corruptas se unan para forma una sola. De solo escuchar eso es demencial. Esto será un desastre antes de dar una solución, tenemos que buscar una solución que sea aplicable”, aconsejó Mendoza de Acha.
Una propuesta similar a la actual se había tratado en el año 2014, pero fue rechazada en el 2015. En plena pandemia, el tema fue reflotado en un nuevo proyecto, impulsado por Fidel Zavala, Enrique Riera, Óscar Salomón, Arnaldo Franco, Abel González y Hermelinda Alvarenga de Ortega. Ya en ese entonces, los escribanos habían expresado su rechazo a la iniciativa legislativa.
