Las principales líneas de acción de ayuda de la Unasur para Haití, que incluye una resolución de cooperación permanente, surgieron de los requerimientos específicos planteados por el presidente haitiano, René Preval, que asistió a la cita en Quito para informar sobre las necesidades de su país luego del terremoto del pasado 12 de enero.
El presidente de Haití, Rene Preval (c), llega al Palacio de Gobierno en Quito (Ecuador), donde se realizó la cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que aprobó fondos y cooperación permanente para Haití. EFE | Ampliar imagen
Al terminar la cita y en una rueda de prensa final, el gobernante de Ecuador, Rafael Correa, que también ocupa la presidencia pro-témpore de la Unasur, indicó que los mandatarios de la Unasur se volverán a reunir el próximo 20 de febrero en la ciudad mexicana de Cancún para concretar el fondo de ayuda a Haití.
Esa cita se efectuará al aprovechar la previsible participación de los mandatarios suramericanos en la Cumbre del Grupo de Río, indicó Correa, tras recordar que el fondo para Haití estará integrado por unos 100 millones de dólares de aportes de los países del bloque y 200 millones de un crédito que solicitarán al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Correa indicó que hoy mismo representantes del BID expresaron su disposición de estudiar la solicitud de crédito de la Unasur, así como las condiciones propuestas por el grupo de que el préstamo sea en condiciones blandas, por el fin que persigue.
La Unasur también definirá en la próxima reunión en Cancún las líneas precisas de la asistencia concreta hacia Haití, siempre respetando la soberanía de esa nación caribeña, precisó Correa, y sujeta al liderazgo de su Gobierno.
Al inicio de la cita, el presidente ecuatoriano también formuló un llamamiento a los acreedores internacionales para que condonen la deuda externa de Haití, que asciende a unos 1.300 millones de dólares, como una de las medidas para apoyar a esa nación caribeña.
El plan suramericano de cooperación con Haití incluye asistencia en materia de ayuda humanitaria inmediata para los damnificados del terremoto que asoló el país caribeño el 12 de enero pasado, sobre todo carpas, para mitigar la falta de vivienda.
Asimismo, Unasur sostendrá la ayuda en alimentos, medicinas, pero también se comprometerá en fortalecer la ayuda de mediano plazo, con asistencia para la reconstrucción en infraestructuras viales, de energía, de salud y agricultura.
La estrategia incluye acciones de largo aliento como la cooperación para la reconstrucción institucional de Haití y programas para promover el desarrollo económico y social de esa nación.
Correa destacó la disposición de todos los socios del bloque de colaborar con Haití, lo que también dejó lecciones para el grupo que se sintetizan en la creación de un Consejo de Gestión de Riesgos y en la constitución de una Brigada Solidaria y de Cooperación, que genere de inmediato la asistencia en este tipo de situaciones.
Para el mandatario ecuatoriano, lo resuelto por la Unasur es una muestra de la relación sur-sur que, para él, es una expresión de “solidaridad auténtica” y que difiere de la cooperación norte-sur, según él, “más asistencialista”.
Correa comentó, como ejemplo, que de cada dólar que llega a Haití, sólo un centavo se dirige al Gobierno de Puerto Príncipe y el resto va a parar a organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales que, muchas veces, dificultan la distribución de la asistencia.
El presidente haitiano, por su parte, agradeció la actitud de sus colegas suramericanos en este momento de pesar para su país, sobre todo porque la ayuda ha llegado de naciones que también padecen necesidades: “Dar cuando no se tiene, tiene mucho valor”, apostilló Préval.
“El sur quiere colaborar con otro país del sur” y eso tiene un enorme significado, reiteró Preval quien se declaró satisfecho de lo resuelto por sus colegas en la reunión de Quito porque, dijo, ha emanado resoluciones que apoyarán realmente las necesidades identificadas por su Gobierno para la reconstrucción.
Mencionó, por ejemplo, el interés de su país por la descentralización administrativa, pero dijo que ello supone, en la práctica, construir unos 400 kilómetros de carreteras para poder llegar a los sectores más alejados, cometido que Unasur se ha comprometido a apoyar.
Préval insistió en destacar la actitud de las naciones suramericanas de apoyar a su país, pese a las limitaciones de algunos de sus miembros, y ofreció que cuando su país pueda hacerlo, no dudará en también asistir a sus hermanos de América Latina.
Además de Correa y Préval, asistieron a la reunión, los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Perú, Alan García; y de Paraguay, Fernando Lugo. Además, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.
El resto de los miembros de la Unasur, Argentina, Venezuela, Brasil, Chile, Uruguay, Surinam y Guyana, enviaron distintos representantes a los que se unió el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza.
