12 may. 2025

Una imagen de la Virgen Serrana para Su Santidad

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Francisco y la Virgencita.

Lucas Chaparro, de 23 años, es un joven caacupeño de la compañía Cerro Real, integrante del Departamento de Comunicaciones de la Basílica Santuario, quien también vivió la experiencia de conocer al papa Francisco y ser testigo del cariño que el Sumo Pontífice le profesaba a Paraguay, el respeto a la mujer paraguaya y a la Madre Santísima de Caacupé.

“Viajamos a Roma en una delegación de 28 personas en el marco del Jubileo de las Comunicaciones, acompañados por el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, y el intendente. Tuvimos la bendición de encontrarnos con el Papa en varias ocasiones en audiencias públicas y en misas. El encuentro que tuvimos más cercano fue al concluir una audiencia en donde el Papa se acercó a saludar a la delegación paraguaya, nos identificó por la bandera tricolor que teníamos en frente, enalteció a la mujer paraguaya y nos pidió chipa”, relató el joven.

“Yo le regalé chipa y estampas de la Virgen de Caacupé y Chiquitunga; el Santo Padre se mostró muy cercano a los paraguayos y nos bendijo a todos”.

Recordó que fue un momento muy emocionante que quedará atesorado en su mente y en su corazón, por la importancia del papa Francisco en su vida como en la de muchos jóvenes. “La primera vez que me encontré con él fue en su visita a Caacupé, en el año 2015, donde fui integrante del coro papal de la Basílica”, dijo.

En la ocasión, el intendente local le regaló una imagen de la Virgen de Caacupé que miró con ojos de amor y también bendijo y pidió que “se le cuide a la Virgen de Caacupé”.

Coronas florales para el Pontífice No solo el libro de condolencias, colmado con mensajes de despedida para Su Santidad, fueron parte del último adiós al Papa de la Misericordia, numerosas coronas de flores también hicieron fila en los salones de la Nunciatura como ofrenda y cariño a quien tanto amó al Paraguay. Olorosos arreglos enviados por autoridades nacionales y del sector privado se pudieron ver en el lugar. El libro de condolencias de la Nunciatura con las innumerables firmas de fieles será llevado al Vaticano, al igual que el firmado en la Catedral Metropolitana de Asunción.