La Cámara de Diputados rechazó el proyecto que buscaba elevar en un 2% el impuesto selectivo al consumo de tabaco, para destinarlo a la compra de medicamentos oncológicos, ya que el Gobierno de Santiago Peña dejó sin recursos la asistencia integral a pacientes oncológicos para concentrarlos en el programa Hambre Cero, que todavía no ha comenzado a ejecutarse. Con esta decisión, los pacientes con cáncer seguirán padeciendo, además de la enfermedad, la cotidiana humillación para obtener medicamentos e insumos.
El 10% de los recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) iba destinado a un Fondo Nacional de Salud, el cual financiaba programas para la salud mental, atención integral a pacientes oncológicos y para la provisión de insumos y equipos para el Ministerio de Salud. Cuando el Gobierno de Santiago Peña impuso su propuesta de Hambre Cero dejó a todos estos programas sin USD 49.794.463.
A partir de ese momento, estos programas de salud, junto a otros muy importantes en el área de la educación y la ciencia, quedaron sin financiamiento asegurado, y dependen de las asignaciones del Presupuesto General de la Nación, un presupuesto absolutamente desfinanciado.
Debido a este despojo, desde el Parlamento se planteó una vía para obtener recursos para la compra de medicamentos para los pacientes con cáncer; un grupo de diputados de la oposición plantearon aumentar el impuesto al tabaco un 2%. De acuerdo con los datos, el tabaco genera al Ministerio de Salud un gasto de USD 300 millones al año, por lo que el aumento en un 2% del impuesto selectivo al consumo de tabaco resultaba escaso, si se pretendían cubrir los recursos que provenían del Fonacide y que Peña dirigió a Hambre Cero, vale decir G. 85.000 millones.
Lamentablemente, la Cámara de Diputados rechazó la propuesta de elevar el impuesto actual del 22% al 24%, lo que representaría USD 4 millones, de los USD 12 millones que se necesitan para calzar el despojo que sufrió el programa de atención integral para pacientes con cáncer.
Resulta indignante la hipocresía de nuestros congresistas, que en ambas cámaras conforman una mayoría del Partido Colorado y en particular del sector cartista, que opinaron durante el debate que este era un proyecto populista. Así se expresaron, los diputados cartistas Derlis Rodríguez y Jatar Fernández, quien además pidió que no se pierda más el tiempo en este tipo de proyectos.
Ante esto, la respuesta de la Asociación de Pacientes con Cáncer tras el rechazo en Diputados fue contundente: “Nos retiramos dolidos, pero no vencidos, hoy los grandes perdedores son esas 50 personas que votaron en contra. Ellos cargan esa pesada mochila del rechazo que cada paciente y familiar tiene a su persona. Ojalá dentro de 4 años no aparezcan pidiendo votos. Hoy conocemos a los verdaderos representantes del pueblo, así como también aquellos que han defraudado la confianza que se depositó en ellos”.
Los últimos aumentos al tabaco se habían logrado durante el Gobierno de Mario Abdo Benítez, y pese a esto, Paraguay sigue siendo uno de los países con el menor impuesto al tabaco, en la región.
Actualmente, el presupuesto del Instituto Nacional del Cáncer (Incán) es insuficiente y no da abasto para hacer frente a la demanda que hay por falta de recursos. Como bien explicaba su director el doctor Raúl Doria: “Necesitamos ajustar nuestro presupuesto a los pacientes oncológicos porque no alcanza el presupuesto actual. Ahí el Gobierno deberá ver de dónde financiar para esta área tan sensible”. La institución precisa un aumento de un 40% de su presupuesto, alrededor de G. 500.000 millones; actualmente, el tratamiento de una persona con cáncer tiene un costo que oscila entre los G. 60 a 100 millones.
Queda evidenciada la intención de la mayoría colorada del Congreso de beneficiar y proteger a quienes producen estos bienes (tabaco, bebidas azucaradas y alcohol) que producen enfermedades y que además suponen enormes gastos al Estado. Definitivamente, quienes votan por no aumentar estos impuestos no representan a la ciudadanía ni les preocupa mejorar la salud pública.