18 may. 2024

Un funcionario de la Fiscalía habría puesto harina en lugar de la cocaína

Walter Galindo había sido sobreseído de un caso de drogas, luego de ser beneficiado con el cambio de pruebas, al pagar un soborno, supuestamente. Ahora está procesado por nuevo caso.

Alcides Ariel Burgos Paredes (27), auxiliar fiscal que acompañó en el 2021 un operativo donde cayó el joven Walter Galindo, fue detenido por agentes de la policía el viernes pasado, ya que se sospecha que habría cambiado los panes de cocaína encontrados como evidencia en el allanamiento del año pasado.

La droga había sido hallada hace un año en la vivienda de Galindo, presunto traficante de drogas en cuyo poder se encontró un kilo y medio de cocaína, armas de fuego e inclusive una placa policial original denunciada como robada. Sin embargo, estuvo solo 14 días preso y se sospecha que sobornó para cambiar las evidencias.

La hipótesis es que el funcionario de la Fiscalía habría reemplazado los panes de cocaína por harina y eso ayudó a que haya sobreseimiento en el caso.

Burgos, en ese entonces de la Unidad de la Fiscalía de Villa Elisa (hoy de Ñemby), habría aceptado hacer el cambio, beneficiando a Galindo.

Burgos, desde ayer contaba con orden de detención, según dispuso la fiscala Fabiola Molas, y fue detenido en la calle 9 de Agosto casi Independencia Nacional, en Ñemby, a una cuadra de la Fiscalía Zonal.

MERCAT. Walter Galindo cayó de nuevo en un operativo realizado días pasados. Se sospecha que junto con otros jóvenes, estudiantes de Derecho, formaban un esquema de tráfico de drogas en el área Central, y hoy está procesado y con prisión preventiva por un nuevo caso, tras la operación Mercat, ejecutada días atrás.

El caso dejó 15 personas imputadas, de las cuales 14 ya están detenidas.

Están procesados por lavado de dinero, comercialización, soborno agravado y asociación criminal Walter Galindo, Cristhian David Lugo, Fernando Rafael Silva, Héctor David Rivas, Pedro Godoy, Marcos David Ortellado, Mauro Rodríguez, Lucas Rodríguez, Marcos Eduardo Ocampos y Fernando Adrián Ocampos.

También fueron imputados y se ordenó la prisión preventiva de Luz Antonella Guerrero (pareja de Galindo), además de Alberto Paniagua, Gerardo Vallejos y César Gatito Godoy (futbolista). Este último todavía se encuentra prófugo de la Justicia.

El grupo delictivo presuntamente distribuía cocaína, éxtasis y marihuana en varias zonas del Departamento Central, principalmente en los sectores de Kambala, San Vicente y la ciudad de Lambaré.

Según refirieron días pasados las autoridades, esta organización desbaratada recién se estaba iniciando en el tráfico y movía alrededor de 40 kilos de cocaína al mes. Se estima, según investigaciones, que manejaban el margen mínimo de los pedidos, que era de 50 gramos.

De acuerdo con la imputación, cada uno contaba con una responsabilidad diferente. En cuanto a Galindo, las autoridades refieren que él ya no comercializaba, sino que manejaba los grupos de distribuidores y coordinaba las entregas.

Walter tenía a su vez como colaboradores a Cristhian Galeano, alias Caco, y Fernando Silva, alias Colo, con quienes coordinaba la distribución de las drogas.


Sobreseído tras cambio de droga
Walter Galindo ya había caído en un allanamiento realizado el año pasado por la fiscala Genoveva Figueredo, en la misma vivienda de Villa Elisa, siguiendo un robo por tortoleros a un policía. En el informe policial del 13 de mayo del 2021, refieren que encontraron el arma de fuego 9 mm y la placa original del agente. Pero al abrir una caja fuerte, hallaron G. 133.952.000 y tres ladrillos de 1,490 kilos, que en la prueba de campo dio positivo a cocaína.
Sin embargo, Galindo estuvo preso solo hasta el 31 de mayo del 2021, cuando al abrir el paquete de cocaína ante el juez, encontraron que era harina. Se sospecha que la droga fue cambiada a la hora de hacer la demostración en el Juzgado.

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.