Los ataques, ocurridos entre la tarde del martes y la mañana del miércoles, dejaron además 253 heridos, incluidos 78 menores. “La mayoría de las víctimas fueron mujeres y niños”, informó la organización humanitaria en un comunicado.
“Fue un ataque deliberado contra civiles. Es totalmente inaceptable”, denunció el médico de urgencias de MSF en el hospital Al Aqsa, Morten Rostrup, quien relató haber atendido a mujeres con heridas graves y varios niños gravemente lesionados.
Los equipos de MSF trabajan en los hospitales Al Aqsa, Nasser y Al Shifa, todos con recursos limitados. Solo en el primero se atendió a 77 heridos, mientras que en el Nasser recibieron 22 fallecidos y 60 heridos, y en el Al Shifa, 27 muertos y 56 heridos.
La organización reiteró su petición de un “alto el fuego permanente” para detener “el abrumador nivel de muertes y heridas catastróficas” entre la población civil.
“Hasta ahora, seguimos siendo testigos de las consecuencias de las reiteradas violaciones de este alto el fuego, que perpetúan el genocidio en curso en Gaza”, agregó MSF en su comunicado.
Los bombardeos israelíes respondieron, según el Ejército israelí, a un presunto ataque de Hamás en Rafah (sur) en el que murió un soldado.
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Tras romper el alto el fuego con 16 horas de ataques en toda la geografía de Gaza, las fuerzas armadas israelíes anunciaron en la mañana del miércoles que volvían a instaurar la tregua y difundieron un documento en el que aseguraban que 25 muertos -menos de una de cada cuatro personas fallecidas- eran milicianos palestinos.
El acuerdo de alto el fuego, firmado por Israel y Hamás y auspiciado por Estados Unidos, se mantiene frágil mientras la ONU y organizaciones internacionales como MSF reclaman garantizar la tregua y el acceso humanitario a la Franja.
Fuente: EFE.