20 may. 2024

Último excombatiente de Ñeembucú cumplió 104 años

Afecto. Don Próspero Garay, rodeado de algunos de sus familiares, durante  la celebración de su cumpleaños.

Afecto. Don Próspero Garay, rodeado de algunos de sus familiares, durante la celebración de su cumpleaños.

El sargento Próspero Rojas Garay, quien superó las penurias del cansancio y la sed, durante la cruel contienda bélica contra Bolivia, cumplió 104 años y lo celebró rodeado del afecto de sus familiares y amigos en su Potrerito Natal. Asistieron autoridades locales.

Él es el único excombatiente que sobrevive en el Departamento de Ñeembucú, y mencionó que prestó servicio en el Regimiento de Infantería 3 Corrales.

Nació el 25 de junio de 1915, Próspero tenía 17 años a principios de 1933, cuando fue movilizado. Tres de sus hermanos mayores ya estaban en el frente de guerra desde hacía un año: Anastacio, Félix y Asunción.

El héroe goza de muy buena salud, pero los años ya dejan sus secuelas, camina un poco encorvado, apoyándose con la ayuda de un bastón, de delgada figura se mueve aún con agilidad.

Para felicidad de sus allegados, mantiene una lucidez admirable, y recuerda aún pasajes de lo que vivió durante la contienda chaqueña. Dijo que al principio, a los jóvenes reclutas los designaban a tareas de construcción de caminos, para el desplazamiento de las tropas.

Haciendo gala de su lucidez mental dedicó a los presentes poema en guaraní sobre la guerra; y recordó anécdotas de lo que le tocó vivir.

“Todos los días agradezco a Dios por tenerlo con vida”, comentó su hijo Edil y mencionó que son 13 hermanos, “a todos nos inculcó la honestidad con un valor importante para la vida”. JJB

Más contenido de esta sección
Demasiados episodios grotescos en una semana como para no dedicarles unas líneas.
Tras las impactantes revelaciones que se obtuvieron con la operación Dakovo, que logró exponer tan explícitamente los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas, sobrevino una situación por de más escandalosa: la implicación de altos militares en actividades criminales. Esta fue sin dudas una dolorosa comprobación del elevado nivel de infiltración del poder mafioso dentro de las instituciones del Estado paraguayo. Además de ser profundamente vergonzoso, esto implica un ataque a la democracia.
El Congreso Nacional rompió récord esta semana con el proyecto de la ley de superintendencia; los senadores tardaron 15 minutos para aprobar; los diputados 11 minutos. En una convulsionada jornada, los diputados también aprobaron ley que suaviza penas para corruptos y los senadores salvaron al cartista Hernán Rivas, acusado de tener un título falso de abogado. Y como les quedó tiempo, también mutilaron la ley de puerta giratoria. Este es el espantoso combo navideño que el Parlamento le ofrece al pueblo paraguayo.
Los impactantes resultados de la operación Dakovo lograron exponer en forma explícita los alcances del crimen organizado en cuanto al tráfico de armas. En nuestro país, logró la detención de más de una decena de personas involucradas en un esquema de tráfico internacional de armas y una nota gravísima, entre los detenidos están un militar de alto rango así como ex funcionarios de la Dimabel. Es muy preocupante la manera en que la mafia y el crimen organizado están socavando nuestra soberanía y nuestra democracia.
No fabricamos armas, pero las comercializamos en cantidad industrial. No producimos cocaína, pero el país es depósito, ruta y puerto de embarque de cantidades industriales que llegan a los principales mercados del mundo.
Eduardo Nakayama abandona el PLRA. Solo y apresuradamente, dicen. Quién sabe. Explica que no ve ninguna posibilidad de que su partido pueda desprenderse de la infiltración cartista. Desde adentro ya no hay nada que hacer, sostiene.