“Creo que es un nombre más apropiado, especialmente a la luz de la situación del mundo. Tenemos el Ejército más fuerte del mundo”, dijo Trump en la Casa Blanca, al firmar la orden ejecutiva con la que establece el regreso de la entidad a su antigua denominación.
El mandatario justificó el cambio, previsto desde hace unas semanas, porque -según advirtió- bajo ese nombre Estados Unidos “obtuvo algunas de sus más grandes victorias militares” y agregó que su decisión permite “abrazar ese gran linaje”.
Hasta el momento, se desconoce si el Congreso deberá avalar el cambio del nombre del Departamento. Al ser cuestionado al respecto, Trump reconoció no saberlo. “Pero lo vamos a averiguar”, prometió.
Durante la presentación del regreso del Departamento de Guerra, Trump estuvo acompañado por el secretario a cargo de la cartera, Pete Hegseth, y el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto.
Hegseth insistió en que “no se trata solo de cambiar el nombre, se trata de restaurar el espíritu guerrero” del Ejército de EE.UU.
Caine, por su parte, prometió a Trump que “el Departamento de Guerra va a luchar de manera decisiva, no en conflictos interminables”.
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“Va a luchar para ganar, no para no perder. Vamos a pasar a la ofensiva, no solo a la defensiva”, agregó el general.
La idea de restaurar el “Departamento de Guerra” fue mencionada por primera vez por la Administración Trump en marzo pasado, cuando Pete Hegsth sacó a relucir el tema, pero sin detallar si la iniciativa implicaría cambios estructurales en el funcionamiento del Pentágono.
El Departamento de Guerra fue el nombre oficial de la institución militar estadounidense hasta 1947, cuando se reformó y pasó a llamarse Departamento de Defensa como parte de una estrategia más diplomática durante la Guerra Fría. EFE