06 ago. 2025

Tras la aguda sequía, la lluvia convierte en una trampa los caminos en el Chaco

25976226

Colmo. Una ambulancia con un enfermo quedó atrapada.

Alcides Manena

Los chaqueños no tienen consuelo. Hace meses sufren una acuciante sequía y ahora que llovió, el lodo de los caminos se vuelve una trampa para los automovilistas.

El Chaco tuvo, el pasado fin de semana, la anhelada lluvia en diversas localidades; aunque en cantidades disparejas. De igual forma, ayudó a aplacar la sequía, pero las precipitaciones dejaron consecuencias: El mal estado de la ruta. Esto tiene lugar, sobre todo, en el Departamento de Alto Paraguay, en el tramo que conduce a Bahía Negra. Se volvió una odisea para la gente llegar a destino.

En esta ocasión, como se repite en esta zona en cada época de lluvia, los pasajeros tuvieron que empujar un colectivo para poder atravesar una parte del camino presa del lodazal.

Otra situación que se pudo observar en el Departamento de Boquerón, zona Pedro P. Peña, donde una ambulancia Unidad de Salud Familiar (USF) que transportaba a un enfermo quedó atrapado en el barro. El vehículo fue auxiliado por un tractor para poder salir del lodo.

La anhelada lluvia llegó, de cualquier modo, oportunamente al Chaco Central para aliviar la fuerte sequía. Hace meses, los chaqueños sufren la falta de agua para los habitantes de zonas urbanas, rurales y comunidades indígenas; ocasionando pérdidas de vidas por la alta temperatura.

Pero, como una condena del destino, lo que debiera ser motivo de celebración para los habitantes del Chaco, automáticamente, se convierte en un nuevo suplicio. AM

Más contenido de esta sección
El pasado fin de semana, los bomberos de Minga Guazú se vieron en figurillas al no poder dar respuestas a todos los llamados de emergencia. La quemazón indiscriminada de basurales les dejó sin fuerza operativa.
En menos de un mes, unos niños se toparon con dos granadas de mortero mientras jugaban en Concepción. Del asombro por los hallazgos se pasó a la preocupación debido al peligro que representan y a la incertidumbre sobre cuántas bombas más podrían estar diseminadas por la zona.
Un automovilista perdió al parecer el control de su rodado –y la cabeza también– cuando se llevó por delante a varias personas que estaban ingiriendo bebidas en el centro de Pedro Juan Caballero. La Policía busca al sujeto al que ya tacharon como el “loco del volante”.