El Chaco tuvo, el pasado fin de semana, la anhelada lluvia en diversas localidades; aunque en cantidades disparejas. De igual forma, ayudó a aplacar la sequía, pero las precipitaciones dejaron consecuencias: El mal estado de la ruta. Esto tiene lugar, sobre todo, en el Departamento de Alto Paraguay, en el tramo que conduce a Bahía Negra. Se volvió una odisea para la gente llegar a destino.
En esta ocasión, como se repite en esta zona en cada época de lluvia, los pasajeros tuvieron que empujar un colectivo para poder atravesar una parte del camino presa del lodazal.
Otra situación que se pudo observar en el Departamento de Boquerón, zona Pedro P. Peña, donde una ambulancia Unidad de Salud Familiar (USF) que transportaba a un enfermo quedó atrapado en el barro. El vehículo fue auxiliado por un tractor para poder salir del lodo.
La anhelada lluvia llegó, de cualquier modo, oportunamente al Chaco Central para aliviar la fuerte sequía. Hace meses, los chaqueños sufren la falta de agua para los habitantes de zonas urbanas, rurales y comunidades indígenas; ocasionando pérdidas de vidas por la alta temperatura.
Pero, como una condena del destino, lo que debiera ser motivo de celebración para los habitantes del Chaco, automáticamente, se convierte en un nuevo suplicio. AM