El Centro de Empresarios del Transporte Público del Área Metropolitana (Cetrapam) pidió al Ministerio de Trabajo su intervención porque, según ellos, fue incumplido el acuerdo firmado con el Gobierno y que permitió levantar el paro previsto para junio pasado. Reclaman el pago de USD 3,9 millones y solicitan acciones correctivas en un plazo de 72 horas para evitar un paro. Es inadmisible que quienes manejan un servicio fundamental persistan en periódicas amenazas y, sobre todo, en el pésimo servicio a la ciudadanía.
En las negociaciones sobre el pago del subsidio a los transportistas o la falta de este, se consideran numerosas variantes y cuando al final del túnel se firman acuerdos y cuando los involucrados se estrechan las manos parecen superarse las amenazas de paro. No siempre sucede, como en el caso que nos afecta actualmente.
Ahora la Cetrapam reclama del Gobierno el pago de USD 3,9 millones, que es lo que el gremio de empresas del transporte metropolitano reclama tras el acuerdo firmado con representantes del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el Viceministerio de Transporte (VMT) y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS).
Cetrapam dice que el Gobierno se comprometió a abonar el subsidio de junio antes del 31 de julio, y que por esto fue que levantaron el paro de 72 horas programado para los días 21, 22 y 23 de julio. Pero desde el Ministerio de Economía y Finanzas aseguran que el Gobierno está al día con el pago “mes a mes” de la deuda por el subsidio al pasaje. Debido a este impasse, los empresarios notificaron a la ministra de Trabajo sobre el supuesto incumplimiento del acuerdo y piden acciones correctivas en un plazo de 72 horas; si no, vuelven a considerar hacer un paro.
“De no obtener una respuesta y acciones concretas en un plazo no mayor a tres (3) días hábiles, nos reservamos el derecho de proceder por las vías administrativas, legales y de movilización social que consideremos pertinentes para hacer valer nuestros derechos”, expresa Cetrapam en la nota.
En el mes de junio, y tras la reunión tripartita realizada en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, desde esta institución habían anunciado: “El servicio se prestará con normalidad desde este lunes 21 de julio, en beneficio de miles de ciudadanos que dependen del transporte público”.
Para los usuarios que observan impotentes las firmas de acuerdos y anuncios de empresarios y autoridades, un anuncio de que el servicio funcionará con normalidad significa que seguirán padeciendo el obsoleto e ineficiente servicio. Esto se debe, en primer lugar, a que el ciudadano no percibe ni experimenta mejora alguna en el servicio una vez que se abonan los subsidios. Como decía un usuario ante la amenaza de paro, “todos los días sufrimos la regulada, con el paro solo va ser peor…”
La Organización de Pasajeros del Área Metropolitana (Opama) había realizado una consulta con usuarios y arroja el resultado que se ve como principal reclamo la escasa frecuencia de algunas líneas; un 49.6% dice que tienen poca frecuencia y el 18.1% resalta la impuntualidad. Por otra parte, el 8.7% de los usuarios consideran que el pasaje tiene un costo elevado, ya que la mayoría de los buses son chatarras, y aquellos considerados diferenciales ya cumplieron su vida útil. En la consulta hubo quejas por las paradas de buses, la falta de aire acondicionado en los diferenciales, entre otras cuestiones.
Como queda expuesto en el esquema de pagos de subsidios y amenazas de paro, el usuario está siempre ausente porque es el eslabón más frágil. El ciudadano es ignorado por partida doble por quienes explotan el servicio y por aquellos que deberían cuidar de sus intereses, vale decir las autoridades del Gobierno.
Es hora de que terminen las periódicas amenazas, y que el Gobierno apure medidas de emergencia en favor de los usuarios, mientras inician el largo proceso de reforma del transporte público.
Los ciudadanos merecen calidad de vida y que sus autoridades defiendan sus intereses, en primer lugar. Urgen soluciones verdaderas para cambiar el arcaico sistema de transporte por un buen sistema de movilidad.