El instructor de la Lava Jato en el Supremo, el magistrado Edson Fachin, negó una apelación presentada por los abogados de Lula contra la condena en segunda instancia a 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero dictada este año por el Tribunal Regional de la Cuarta Región.
Esa pena fue el argumento usado por el Tribunal Superior Electoral (TSE) para anular la candidatura presidencial del ex mandatario ya que, según las normas del país, un condenado en segunda instancia no puede postular a un cargo electivo.
En su recurso, la defensa del ex presidente citó la decisión no vinculante que profirió hace algunas semanas el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en la que pidió a Brasil que se tomen “todas las medidas necesarias” para que Lula sea candidato presidencial para las elecciones de Brasil en octubre, aunque esté preso.
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Fachin, sin embargo, consideró que la decisión de la ONU no tiene alcance para suspender la condena por corrupción, la cual Lula cumple desde el pasado 7 de abril en una cárcel de la Policía Federal de Curitiba, en el sur del país.
El magistrado determinó el archivo del caso, pero la defensa podrá recurrir para que el asunto sea juzgado en plenario.
En su estrategia jurídica, Lula presentó apelaciones, tanto ante la ONU como ante la Corte Suprema de Brasil, para intentar revertir el fallo negativo de la autoridad electoral y mantenerse en la disputa por la Presidencia de Brasil.
De esa forma, la defensa del ex mandatario aún tiene otros dos recursos a la espera de definición judicial.
Uno de ellos fue presentado ante el TSE que, por seis votos a uno, vetó la candidatura de Lula el sábado, y otro ante el Tribunal Supremo Federal para contestar la decisión de la corte electoral.
El suplente de Lula
Además de anular la candidatura del ex mandatario, el TSE dio plazo hasta el próximo 11 de septiembre para que el Partido de los Trabajadores (PT) nombre al sustituto de Lula en las elecciones si no quiere quedar fuera de la contienda electoral.
Pero la formación reiteró que agotará todos los recursos posibles para mantener la candidatura de su máximo líder.
En caso de que el resto de apelaciones sean negadas, el PT podría anunciar la candidatura del ex alcalde y ex ministro Fernando Haddad, hasta ahora candidato a vicepresidente en la llave de Lula y su portavoz.
En las encuestas, que no contemplan la participación de Lula, Haddad figura en quinto lugar y su intención de voto tan solo creció desde el 4% en agosto hasta el 6% en septiembre.
Los sondeos, sin embargo, los lidera el ultraderechista Jair Bolsonaro, que cuenta con un 22% de apoyo, seguido de la ecologista Marina Silva y el laborista Ciro Gomes, ambos con un 12%.
El cuarto favorito en el sondeo de Ibope es el ex gobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, aspirante por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el preferido por el mercado financiero, cuya intención de voto subió desde el 7% en agosto hasta el 9% en septiembre.