El doctor Julio Torales, jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital de Clínicas, en conversación con Monumental AM, advirtió que las redes sociales tienen un doble filo. “Pueden transformarse en un elemento sumamente punitivo. Una persona que por algún motivo ya la estaba pasando mal. O por su característica de personalidad le importa mucho lo que dirán los demás, una crítica en redes sociales puede desencadenar en una crisis suicida”, puntualiza.
A ello se suma que al producirse ese desenlace y difundirse a través de las redes, puede producir un efecto que impulse a otras personas a tomar la misma decisión. En contrapartida, las redes también pueden servir para prevenir una decisión como esa. Si un influencer expresa que se siente deprimido o una situación similar, puede ayudar a otras personas que no pueden expresarlo.
Torales explica que como padres y tutores no se puede intervenir en la intimidad de los menores. Pero si se puede establecer filtros de protección parental. “Tenemos que recordar que acceder a redes sociales y a internet full todo el día, es un privilegio y no un derecho. Por lo tanto, puede ser revocado cuando haya problemas en la casa”, enfatizó.
El especialista, considera con sus colegas que el acceso total a internet debe ser a partir de los 15 años. “Ahí ya sabremos a qué pueden estar expuestos nuestros hijos”.
Panorama. Existe un altísimo porcentaje, entre quienes tomaron dicha decisión, que no fue diagnosticado a tiempo o tuvo mal tratamiento. “Ese no diagnosticado lo que nos preocupa. Aunque nuestra oferta en el país es muy limitada, muchos no acceden a la atención debido al estigma asociado a la enfermedad mental”.
Torales enfatizó en el hecho de que muchas veces se dan consejos errados a las personas con un problema de salud mental. En esto entra el positivismo y la religión. “Cuando se tiene una enfermedad física, nadie le dice a la otra persona de que todo está en la mente o es fuerza de voluntad. O queremos meter la religión también”.
Un suicidio es una muerte prevenible y existen tratamientos basados desde el trabajo en conjunto de la medicina y la sicología. “Muchas de esas muertes se pudieron haber prevenido”, explica el doctor Torales.
Describió que no solo Paraguay está en una pandemia de enfermedades mentales. La situación se refleja a nivel mundial actualmente. En el próximo lustro, la depresión y otras afecciones serán la primera causa de discapacidad. Según contó, en el sistema público solo existen camas de siquiatría en Clínicas y el Hospital Regional de Pedro Juan Caballero.
Se espera que esta situación cambie cuando se reglamente la Ley de Salud Mental, promulgada el año pasado. Se aguarda que los hospitales de las cabeceras departamentales cuenten con su espacio de atención en siquiatría.