En su cuarto trámite, la Cámara de Senadores ratificó la versión aprobada por el colegiado frente a la de Diputados con 35 votos. El proyecto pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación o veto.
El senador y presidente de la Comisión de Legislación, Derlis Maidana, defendió la versión aprobada por los senadores, considerando que las modificaciones introducidas por la Cámara Alta se ajustan al propósito original de la iniciativa.
Mencionó que la Cámara de Diputados aceptó la mayor parte de las modificaciones introducidas por el Senado. No obstante, indicó que los diputados rechazaron algunos puntos relevantes, especialmente en lo que respecta al tratamiento impositivo sobre la disposición final y desecho de dichos dispositivos.
“Estas diferencias hacen referencia a artículos claves en materia ambiental y fiscal, lo cual constituyen aspectos sustanciales para la efectiva implementación de la normativa. Es importante recordar que el proyecto tiene por objeto establecer un marco normativo integral que regule la importación, producción, comercialización, consumo y publicidad de los dispositivos, accesorios e insumos correspondientes a los sistemas electrónicos de administración de nicotina”, indicó.
En consecuencia, precisó que se establecen medidas sanitarias orientadas a la protección de la salud pública.
Precisó que, en comparación con la versión de la Cámara de Diputados, el texto aprobado por el Senado presenta mejoras sustantivas, tales como una mayor atención a la protección ambiental, la inclusión de nuevas autoridades como entes de aplicación, una mejor estructuración de las disposiciones relativas a la prohibición de comercialización en determinados espacios y la incorporación de un sistema tributario más flexible y actualizado.
Por su parte, la senadora Esperanza Martínez indicó que de acuerdo con algunas premisas en salud pública, lo primero que se debe hacer es proteger a los jóvenes, a los niños, a las niñas y a los adolescentes, y evitar que la primera bocanada de humo sea de un dispositivo o sea de un cigarrillo, comience tempranamente.
“El que lo usa a los 11 años, a los 14 años, a los 9 años, va a ser el gran fumador posterior y el que va a tener graves consecuencias en la salud”, destacó. A su criterio, los cigarrillos y vapeadores deben “ser caros”.
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“Tienen que pagar impuestos del consumo, el precio de los cigarrillos y dispositivos deben aumentar el precio, tienen que ser caros, porque una de las medidas restrictivas para la gente en situación de pobreza y para los jóvenes y adolescentes que siempre en esa edad tienen que conseguir los recursos de papá, de mamá, de alguien, el precio es una barrera importante”, instó, al tiempo de mencionar los problemas graves de salud que traen consigo el consumo de los mismos.