Varios sectores reaccionaron contrariamente a la intención de establecer dentro del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024 el aumento de G. 5 millones en la dieta de los parlamentarios. Desde varios ámbitos se habló de la extrema necesidad que padece la población frente a lo cual es un despropósito que en el Congreso se genere más gasto rígido, según voces coincidentes.
Para Jaime Egüez, presidente del Club de Ejecutivos, es imperioso que en todo el estamento del Estado se bloquee o prohíban los aumentos salariales cuando la economía necesita más oxigenación de recursos públicos.
“Mientras nadie en el sector público habla de congelar sus salarios, no nos pueden tampoco estar apretándonos a los del sector privado”, especificó el directivo, al tiempo de señalar que “desde arriba del trono” parece no haber problemas en recibir los aumentos, aunque estos sean el producto de los impuestos de la gente.
Abogó igualmente por la concreción de un pacto social mediante el cual no se contemplen aumentos o autoasignaciones por los siguientes dos años. “El problema es que algunos estamentos no se agggiornan a la realidad. Comprendo la necesidad que tienen todos en su economía, pero así como doña Petrona quiere ganar más siendo vendedora en el Mercado 4 o un médico pelea por su salario, los congresistas deben entender la situación”, apuntó.
El titular del Club de Ejecutivos también destacó que se trata de un problema de índole social, más aún cuando las diferencias evitan que el país avance y se solucionen problemas más graves, ya que cada vez cuesta más pagar la jubilación a quienes están en la vida pasiva o a los maestros, según consignó.
En tanto que para Blanca Ávalos, de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay-Sindicato Nacional (Otep-Sn), siguen existiendo dos países: El de los pobres y el de los beneficios constantes para los ricos.
“Para educación, por ejemplo, siempre se lanzan migajas. Le había dicho al ministro de Educación sobre cuándo se va a discutir un presupuesto acorde; porque cada vez accedemos tan solo a ‘un vuelto’, y eso resulta solamente un remiendo. Para fortalecer la educación se necesitan más recursos”, manifestó.
La gremialista del ámbito educativo también dijo que desde el Congreso generalmente no quieren brindar más presupuesto al sector, ya que no le consideran de trascendencia o bien piensan que es mucha cantidad la que destinan.
“Pero si miramos un promedio de los últimos veinte años, el PIB subió solamente en tiempos de lujo. Para mí que el gobierno nuevamente en su discurso instala que ‘vamos a estar bien’, pero eso es solo para ellos y unos cuantos”, sostuvo.
El dirigente de la Corriente Sindical Clasista, Eduardo Ojeda, lamentó, por su parte, que las autoridades que gozan de jugosos salarios no hayan sido capaces de disponer más bien esos eventuales autoaumentos para la compra de medicamentos o insumos para las escuelas carenciadas.
“Las instituciones educativas están hoy pasando hambre; los niños y las niñas en los hospitales también tienen necesidades; la gente se muere por falta de atención médica, por falta de medicamentos y esta es la demostración de que estamos secuestrados por esta gente (las autoridades). Repudiamos lógicamente desde la clase obrera y los trabajadores estas actitudes, y exigimos a los parlamentarios que tengan un poco de dignidad y renuncien a eventuales aumentos”, destacó.
Recordó que hay casi un millón de compatriotas que comen solo si tienen suerte, y manifestó que eso es lamentable, además de no ser tan solo un nuevo discurso, sino una realidad demostrada en el último censo en torno a las familias carenciadas del país.
La Cifra
5.000.000 de guaraníes de aumento es la posibilidad que tienen los parlamentarios en su dieta, según estudio del PGN.