La embarcación a motor donde la princesa Diana pasó sus últimas vacaciones junto a su pareja Dodi Al-Fayed, en Francia, en agosto de 1997, naufragó.
El Cujo es propiedad de Dodi Al-Fayed, que desapareció en aguas del Mediterráneo luego de colisionar contra un objeto no identificado a unas 18 millas náuticas de Beaulieu-sur-Mer, cerca de Niza, en la Costa Azul, el pasado sábado, según publicación de lavanguardia.com.
Te puede interesar: Sale a subasta suéter con una oveja negra que llevó la princesa Diana en 1981
Afortunadamente, las siete personas que estaban a bordo fueron rescatadas del accidente y no sufrieron daño, solo el barco terminó a unos 2.500 metros de profundidad, según la Gendarmerie des Alpes-Maritimes.
Las autoridades francesas recibieron un pedido de Mayday, emitida por el capitán del Cujo, cuando la fuga que resultó de la colisión estaba provocando ya el hundiendo de la embarcación a pesar del trabajo de las bombas.
En el verano de 1997, el yate fue uno de los más captados fotográficamente, ya que en su interior se vivía el mediático romance que mantuvieron la princesa Diana y Dodi Al-Fayed, poco antes que perdieran la vida luego del accidente ocurrido en el puente del Alma de París el 31 de agosto de aquel año.
El productor de cine egipcio había gastado alrededor de 1 millón de libras para reacondicionar el barco y cortejó a Diana a bordo mientras los paparazzi hacían su agosto.
Ese verano, Diana también fue fotografiada a bordo del Sokar, antes llamado Jonikal, el yate que entonces era propiedad del padre de Al-Fayed, Mohamed Al-Fayed. Fue en el Sokar, bastante más ostentoso que el Cujo, donde se tomó una de las últimas imágenes de la princesa en la que estaba sentada en el trampolín mirando al horizonte.
Por otra parte, el barco había sido reacondicionado nuevamente en 2020 por el coleccionista de vehículos de lujo Simon Kidston.
El Cujo fue utilizado por estrellas de Hollywood como Tony Curtis, Clint Eastwood y Bruce Willis. Con frecuencia se lo veía en St Tropez, aunque últimamente estaba bastante deteriorado.
Simón Kidston compró la embarcación en el 2020, ya que estuvo puesta por más de una década en dique seco. Kidston adquirió en una subasta por 160.000 euros, según la revista Robb Report. El distribuidor de vehículos de lujo invirtió una millonaria suma para dejarla en funcionamiento.