“Soy de Santaní y me llegó la información de que mi carpeta había sido traída aquí en Asunción y tuve que hacer esta peregrinación buscando justicia. Vine aquí a la Fiscalía General buscando respuestas sobre mi caso”, lamentó.
Gladys denunció que en el 2015 prestó G. 2.000.000 de un usurero, de nombre Antonio Acosta, y que dicha deuda ya está pagando por tercera vez. Tras haber cancelado el crédito, terminó pagando nuevamente por embargo la suma de G. 10.400.000.
Sin embargo, en el 2024, le saltó un segundo embargo, por casi G. 4 millones y por ello cada mes le siguen descontando de su salario el monto de G. 679.000.
“Yo había hablado con el fiscal Walter Melo que lleva la causa que está en la Unidad (de Santaní) y no recibí ninguna respuesta de él, entonces también había hablado con la fiscala adjunta, que es Alicia Saprisa y todavía no recibí ningún retorno”, expuso la afectada.
El fiscal Melo, sin embargo, minimizó el caso y dijo que no había elementos para imputar.