Latorre aún no lo manifiesta, pero voces dentro de la Cámara ya adelantan que es probable que busque su reelección al frente de la Cámara. Dicha iniciativa no causa resistencia ni dentro de su equipo político que tranquilamente pueden entronarlo de vuelta, pues tiene mayoría de más de 40 legisladores, pero tampoco ocasiona incomodidad en la oposición y tercer espacio quienes de momento aunque con algunas escaramuzas, al menos vieron en Latorre a alguien que contuvo vendetas y pedidos de expulsiones, al cartismo más rabioso dentro de la Cámara, integrado por figuras polémicas como Yamil Esgaib, Rodrigo Gamarra, entre otras.
Latorre basa su confianza en poder seguir al frente de la mesa directiva, en la que nadie se le ha insubordinado en el cartismo y que es el elegido entre sus pares por parte del líder político del movimiento, Horacio Cartes.
No obstante, ante cualquier eventualidad, Latorre cierra este ciclo por haber “mimado” a sus colegas a expensas del erario con todo el costo que esto conlleva. Pues, para mantener a raya y contento a la “tropa” llenó de nepobabies, promovió como ordenador de gastos escandalosos pagos de pasajes y viáticos para los cartistas –como el viaje a EEUU– y también llenó de operadores la Cámara Baja. El momento de más tensión para él fue cuando murió Eulalio Lalo Gomes y cuando varios apuntaron a su liderazgo porque ni él ni el Gobierno le concedió el pedido de varios diputados de destituir al ministro del Interior, Enrique Riera.
Articulador. En la última sesión de mesa directiva, el propio Latorre dio el guiño de estar en carrera cuando resaltó el “consenso” y diálogo en la Cámara”. “Reina un ambiente de diálogo continuo y búsqueda de consensos en la Cámara de Diputados”, dijo.