La emisión del bono G9 se realizó el 15 de junio de 2023 por valor de G. 195.000 millones. El objetivo de este préstamo era “reestructurar” la deuda y hacer un rescate total de G. 20.000 millones y G. 100.000 millones de los bonos G3 y G4, respectivamente. También se previó realizar un rescate parcial de G. 50.000 millones y G. 25.000 millones de los bonos G5 y G6.
El análisis de esta deuda, contenido en el informe final de la intervención, menciona en primer lugar el artículo 19 de la Ordenanza N° 175/18, que establece que la Intendencia de Asunción está “facultada a efectuar operaciones de administración de deuda que no incrementen el endeudamiento neto total del Municipio, con el objetivo de mantener una gestión prudente...”
La deuda neta, según explica el informe del interventor, “refleja la verdadera situación financiera de una empresa al considerar cuánta deuda quedaría si utilizara todo su efectivo disponible para liquidar sus deudas”.
“A diferencia de la deuda total, que suma todo el dinero adeudado, la deuda neta ofrece una visión más realista de la salud financiera de una institución al considerar los recursos en efectivo que podría utilizar inmediatamente para liquidar dichas obligaciones”, indica.
El informe detalla que la deuda neta previa a la emisión del bono G9 alcanzaba los G. 2,4 billones, cuyo monto incluye la emisión del bono G8. En 2023 se colocó el G9 y la deuda neta se incrementó a G. 2,8 billones, mientras que en 2024 disminuyó a G. 2,6 billones.
La intervención concluye que la operación de la emisión del bono G9 no respetó el marco normativo municipal puesto que se incrementó la deuda neta.
Indica que la consecuencia del aumento se refleja en el descalabro de la situación financiera de la Municipalidad, “que se demuestra con la insuficiente recaudación para la cobertura siquiera de obligaciones corrientes de raigambre legal como los aportes a cajas jubilatorias, o la imposibilidad de cubrir cuotas o intereses del endeudamiento asumido por bonos y con bancos es de manera inmediata”.
De aquí en adelante, alerta el informe, se podría producir la cesación de pagos de obligaciones como por ejemplo los salarios y bonificaciones, además de la cobertura de pagos de proveedores de combustible, asfalto, recolectores de basura, proveedores de energía y hasta de agua.
“Si lo anterior llega a ocurrir, el resentimiento general de todos los servicios que debe prestar la Municipalidad a los contribuyentes de Asunción sellaría el dramático final de este modelo de gestión que hoy ya es absolutamente insostenible”, advierte el análisis.
Considera que para realizar este préstamo, la administración de Nenecho mostró una falta de evaluación exhaustiva del préstamo y afirma que no existió una política seria de racionalización y mejoramiento de la calidad del gasto ni de la inversión. En su lugar se acudió al endeudamiento con tasas cada vez más altas.
Esta observación se ve fortalecida por medio de un cuadro en el que se exponen los montos de los intereses de las distintas emisiones de bonos. Solo por el G3, G4, G5 y G6, se acumularon G. 241.186.301.370 por intereses a tasas que van desde el 11,50 % al 14,50 %.
Por el G9, en cambio, se registra un total de intereses de G. 245.567.671.233 que debe pagarse en un plazo de 12 años (el plazo más largo en comparación con las emisiones anteriores) a una tasa de 16,80 %.
La reestructuración tan defendida por Nenencho consistió más bien en “prolongar los pagos para trasladar las obligaciones a futuras administraciones, sin un plan que contenga la sostenibilidad de la deuda en el mediano y largo plazo, lo cual resultó en un incremento total del 50% de las obligaciones financieras para el municipio”.
La emisión del bono G9, que los asuncenos deben pagar hasta el año 2035, resultó en un compromiso total de G. 440.567.671.233, según el informe. Esto “representó un aumento del 50 % en relación con los bonos reestructurados que tenían un saldo pendiente de pago que ascendía a G. 293.097.260.274".
Por todo esto se evidencia, siempre según el análisis de la intervención, que la administración de Nenecho ha sido ineficiente y no ha contemplado políticas concretas y efectivas para reparar la situación crítica de incumplimiento de sus obligaciones actuales.
“El diferimiento de pagos permitió reducir temporalmente en un 37% los compromisos financieros entre el segundo semestre del 2023 y primer semestre del 2028, no obstante, en contrapartida se observa una concentración importante de las obligaciones a partir del segundo semestre del 2028, extendiendo el pasivo municipal hasta el año 2035", concluye el informe.
Hasta el 21 de julio, el total de los intereses vencidos de bonos no pagados alcanza G. 50.099.863.014. El pasado 27 de mayo venció el plazo para pagar G. 15.123.452.055 de intereses del bono G8 (serie 1); el 9 de junio venció otro plazo para pagar el mismo monto por la serie 2 de dicho préstamo; el 16 de julio venció el plazo para el pago de G. 16.424.876.712 por el bono G9; y el 21 de julio venció el plazo para pagar G. 3.428.082.192 por los bonos G6.
El pasado 14 de agosto venció además el plazo para pagar G. 841.438.356 por intereses del bono G5. Esta deuda no logró pagarse debido a la falta de flujo de efectivo en la Municipalidad de Asunción, según Carlos Pereira.