27 jul. 2024

Piki

Benjamín Fernández Bogado – www.benjaminfernandezbogado.wordpress.com

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Ha sido de nuevo una semana para el olvido para la Presidencia de la República con un inquilino más interesado en distenderse jugando al piki con sus aliados o rezando con quienes lo acusan de traidor a sus promesas. Mientras se suman más de 35.000 damnificados por lluvias, tornados e inundaciones clamando por ayuda a una Secretaría de Emergencia que dice que se ha quedado sin recursos. Nuestro presidente convoca a sus aliados a un distendido juego de piki vóley en la residencia presidencial. Ahí compartía con un titular de la Cámara de Diputados que le contradecía en aprobar el proyecto de presupuesto a libro cerrado y en oponerse al incremento de salarios para el Ejecutivo. Todo previo a un rezo en conjunto con los pastores evangélicos que se sintieron estafados por el rechazo a la derogación del Convenio con la Unión Europea que lo vendieron como que haría homosexuales en masa a los niños en edad escolar.

Una y otra vez, levantaban la pelota para rematar en un juego de acrobacias de piernas y de manos en este piki interminable. Los senadores cartistas hundieron sus promesas de “Dios, patria y familia” y consolidaron aquello que en realidad no era pro vida, sino pro votos. Los engañados lloraron, se lamentaron y maldijeron. Prometieron venganza por el “puñal en la espalda” que recibieron de un Ejecutivo y senadores que se dieron cuenta de que no podían modificar un Convenio por una ley y que el mensaje que enviaban con eso era de una República fallida donde nada de lo que se firmara se podría cumplir. Mientras todo esto acontece, en Washington donde Peña estuvo la pasada semana encontrándose con republicanos opositores, el presidente Biden firmaba un poderoso acuerdo con 11 países latinoamericanos para establecer una alianza que generará grandes oportunidades económicas en las relaciones con los EEUU. Hemos perdido de nuevo un tren de posibilidades porque no hacemos las cosas como debemos y golpeamos las puertas equivocadas en materia de política exterior. Queremos ser parte de un club donde afirman que nuestra principal figura política es acusada de ser significativamente corrupto y parte del crimen organizado. Nadie se mete con gente así. Los uruguayos más ordenaditos que nosotros se alzaron con el mejor acuerdo comercial en toda su historia esta semana. Aquí Peña metido en el piki y rezando con los pastores no termina más que proyectando debilidad, confusión y dependencia.

No jugamos ni con las piernas ni con las manos, aunque aparentamos hacerlo en un híbrido de fútbol y vóley. La agenda del presidente se desenvuelve en intrascendencias como largas tertulias con su asesor jurídico y jefa de gabinete que termina con feroces reprimendas de la pastora Abreu por sus decisiones políticas. Ya cualquiera humilla la Presidencia. La imagen de un presidente débil con una presidencia sin carácter le saca fortaleza e institucionalidad que se proyecta tanto como el disfraz de Batman en una fiesta de Halloween con lo que empezó su semana. Cualquiera puede hacer con él lo que quisiera parece ser el mensaje. Ya no es solo que Cartes lo pasee como llavero, sino que es el propio Peña el que se empecina en distanciarse de quienes lo votaron creyendo tontamente que sería él y no Cartes el verdadero presidente. La situación alcanza niveles jocosos con la nota que los jubilados le escriben al presidente de los colorados como si fuera el primer mandatario y el que corta el bacalao.

Peña no puede continuar con este nivel de incompetencia y debe sacudirse. Puede asumir directamente su condición y despachar desde la calle España los asuntos de Estado dejando que Cartes asuma las consecuencias de su acción o sacudirse de su dependencia con todos los costos que ello supone. El Congreso ya le ha tomado el pulso y se encargará de embarrarlo todas las veces que pueda. Le meterá en contradicciones e incoherencias, mientras siguen con sus negociados de siempre. Mientras las aguas inundadas siguen subiendo, los damnificados aumentando y la economía estancada no servirá de mucho rezar con los pastores porque con el piki nomás ni entretiene ni gana, aunque ore y juegue puede acabar siendo un pliki.

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