¡Qué abandonada y dejada está nuestra bella Asunción, nuestra capital! Las calles, sean asfaltadas o empedradas, están un desastre, llenas de agujeros y baches; no hay una sola cuadra en buen estado.
Las plazas, dejadas a su suerte, con los bancos rotos, sin pastos, llenas de basuras. Los paseos centrales en calamitosos estados, a no ser los apadrinados por empresas privadas.
Bolsas de basuras sin retirar por todos lados, y en cada manzana hay un vertedero donde se acumulan basuras.
El tránsito, de terror, y por falta de transporte público, la gente se debe mover en motos, donde los conductores no tienen idea de cómo conducir. Los/as policías de tránsito solo están para multar, no tienen la más mínima intención de colaborar con hacer más fluido el tránsito.
Yo entiendo que nosotros somos puercos y descuidados, pero tenemos una Intendencia con miles de funcionarios que deberían liderar el tener una Asunción hermosa, y además de tenerla limpia y bella, deberían estar haciendo planes a 5 y 25 años para tener una ciudad moderna, donde dé gusto vivir y que sea nuestro orgullo.
La Municipalidad cobra impuestos, patentes y tasas de sobra para cumplir sus funciones y obligaciones. Además del intendente, que es como si no existiera, están 24 concejales, con varios de la oposición.
Me pregunto, ¿qué hacen, recorren la ciudad? ¿No les da vergüenza? Lo que están haciendo desde la Municipalidad, sea el ejecutivo y el legislativo, es lisa y llanamente una estafa, cobran por algo que no hacen. Claro hay concejales que sí se esfuerzan por la ciudad.
Creo que la única parte que trabaja de la Municipalidad es la que está en su sede, que es solo para cobrar los impuestos, tasas y patentes. Es como que no se dan cuenta que se deben a la ciudad y a los habitantes, nosotros los ciudadanos.
Cómo duele ver el centro y barrios emblemáticos tan dejados. En manos de quiénes estamos, y no es solo esta horrorosa administración, sino son varias.
Además de sufrir con los planilleros/as, tenemos que ver funcionarios que se hacen ricos con nuestros recursos.
¿Será que alguna vez dejaremos de ser tan mansos y exigiremos nuestros derechos de vivir en una ciudad y capital realmente atendida por sus autoridades municipales?