La senadora del Frente Guasu, Esperanza Martínez, respondió con dureza a las declaraciones del senador colorado Luis Pettengill, quien relativizó el reclamo sobre el elevado precio de la carne, al señalar que aún existen cortes “accesibles”, como el puchero.
Martínez sostuvo que las palabras de su colega reflejan la lógica de una élite que gobierna para sí misma y que desconoce la realidad de millones de paraguayos. “Primero, creo que es honesto en decir lo que piensa, porque eso es lo que ellos piensan: que hay dos Paraguay, un Paraguay de privilegio, un Paraguay para la gente que puede comer carne de primera, que puede pasearse en autos de lujo, que puede comer un cheesecake, que puede irse al shopping, que puede viajar, que puede tener una vida suntuosa, privilegiada… y el resto que se arregle como pueda”, expresó.
A su criterio, esa es la mayor crítica que se le puede hacer al Gobierno de Santiago Peña, la falta de políticas públicas inclusivas. “Nosotros queremos que las políticas sean para los seis millones de paraguayos, y me atrevo a decir para los siete u ocho millones, incluyendo a los que también se fueron del Paraguay porque no tienen las posibilidades de vivir aquí con dignidad”, agregó.
La senadora ironizó sobre la afirmación de Pettengill respecto al costo del puchero y lo dicho por la diputada Rocío Abed (esta última defendió los números de la economía del país, porque hay gente que se compra café de especialidad y cheesecake).
“Cuando una élite gobierna para la élite y hace una política así, no vas a comer nunca tu tarta porque va a ser muy cara y vas a tener que comer puchero, como dice él. Sin despreciar al puchero, que es una comida tradicional fantástica; yo, por lo menos, en invierno, un buen plato de puchero, ¿quién no quiere?; no se trata de eso, se trata de la manera peyorativa con la que trata a quienes pueden comer o no ciertos alimentos”, criticó.
Miran la pobreza desde otro lugar
Martínez denunció que ese tipo de discurso proviene de quienes viven en una “burbuja”, desconectados de las necesidades reales de la población.
“Miran la pobreza desde el vidrio de su auto. Yo recuerdo a un compañero de lucha que nació en una familia muy rica, y contaba que, de niño, sus padres lo llevaban a Caacupé y, en las paradas, cuando venían los chiperos o el que vende mosto, le hacían subir el vidrio para que no tuviera contacto con los niños pobres. Esa imagen se le quedó grabada. Y esa es la imagen que tienen muchas familias de la clase alta”, relató.
La senadora apuntó contra actores del Gobierno que ven a la pobreza como un estigma y no como políticas que deben implementar.
“La pobreza no es un defecto, no es un estigma. No es que alguien elige ser pobre. Todos queremos vivir bien, tener oportunidades. El problema es que quienes gobiernan no quieren aceptar que ellos son responsables de las condiciones estructurales que generan esta desigualdad”, sentenció.
Por su parte, Pettengill había minimizado las declaraciones de la senadora Yolanda Paredes, quien lamentó en el pleno que los paraguayos ya no pueden acceder ni siquiera al asado por el costo elevado. El colorado respondió que “tenemos cortes accesibles” y que el puchero sigue costando entre G. 9.000 y G. 10.000. “No es algo que no se pueda comprar”, afirmó, y agregó que los cortes de carne más caros “no están destinados al pueblo”.
Además, justificó que los cortes prémium son para exportación y que los ganaderos están reclamando precios justos.
“La carne de primera calidad es un lujo para el ciudadano común”, reconoció.
En contraste, la senadora Martínez reafirmó que “nadie quiere ser pobre, todos queremos tener derecho a vivir bien, a tener las mismas oportunidades, porque todos somos ciudadanos de esta nación paraguaya a la que tanto queremos y donde queremos vivir con dignidad” concluyó.