“El domingo 30 de abril, momentos después de pronunciar su discurso de aceptación, el presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, recibió al expresidente Horacio Cartes para acompañarlo en el podio. La multitud que adoraba estalló en un cántico rugiente y rítmico: “¡Horacio, querido, el pueblo está contigo!”, mientras que Peña, después de haber abrazado a Cartes, cantaba con entusiasmo”, recuerda el experto en contraterrorismo Emanuele Ottolenghi, director de la Fundación para la Defensa de la Democracia, con sede en Washington (EEUU).
Mencionó, además, que el Departamento de Estados de los Estados Unidos no perdió tiempo en felicitar a Peña y afirmar su compromiso para trabajar con el nuevo presidente electo y su gobierno para promover la lucha contra la corrupción y la impunidad. A esto, Ottolenghi les desea “mucha suerte”, debido a una relación tan estrecha que tiene Santiago Peña con el expresidente Cartes, señalado como “significativamente corrupto” por el gobierno americano.
“A Peña no es a quien hay que felicitar. El verdadero presidente electo es Horacio Cartes, dos veces sancionado por Estados Unidos por corrupción, incluso, supuestamente, por tener vínculos con Hezbollah”, indicó.
Remarcó que Washington ha hecho esfuerzos significativos para combatir la corrupción arraigada en Paraguay en los últimos meses, no solo al sancionar dos veces a Cartes por corrupción, sino también al atacar a Hugo Velázquez, el actual vicepresidente de la República. Estos forman así parte de una creciente lista de políticos, funcionarios y empresarios paraguayos de bajo el rango de golpeados por la cruzada global anticorrupción de Washington.
Asimismo, mencionó que Cartes ejerce un poder significativo en Paraguay y es conocido como una de las personas más ricas del país, debido a sus amplios intereses comerciales, incluso en la industria tabacalera, que, según una reciente investigación del Congreso de Paraguay, impulsa el floreciente comercio de contrabando por el que Paraguay es conocido.
Aseguró que el expresidente también es visto como un hombre de poder dentro del establecimiento político del país y conserva una influencia política significativa sobre la toma de decisiones en los niveles más altos del gobierno, generando preocupación sobre la capacidad del país para combatir la corrupción de manera efectiva.
“Con Cartes, como el poder real detrás del trono, no está claro cómo la administración (de Joe) Biden podrá combatir de manera efectiva la corrupción en el país. La administración tendrá que sortear las presiones contrapuestas de mantener al último amigo de Taiwán en América del Sur, mientras mantiene su agenda anticorrupción. Este dilema plantea un desafío significativo para la administración y genera preocupaciones sobre la efectividad de su enfoque de política exterior en Paraguay”, añadió.
El especialista alabó la figura “impresionante” de Peña, ya que destacó sus estudios como economista y lo ve como un joven talentoso. Incluso, lo considera un “sobresaliente” en todo los sentidos, así como un tecnócrata pragmático y mundano, un joven líder inspirador, con visión, afable, inteligente, sensato, talentoso e incluso, honesto en extremo.
En tanto, ¿cuál sería entonces el “pero”? La respuesta fue simple: Horacio Manuel Cartes Jara.
“Peña no es el verdadero ganador de las elecciones del domingo, ni será el verdadero presidente. Reinará, pero no gobernará, al menos no cuando gobernar pueda significar entrar en conflicto con los intereses de Cartes”, remarcó.
Señaló que Peña le debe su ascenso a Cartes, quien financió los esfuerzos de nominación de Peña en las primarias del partido. Para el nuevo presidente electo, Cartes es, según Ottolenghi, su mentor y ante todo, es “el patrón”, recordando que el actual presidente Mario Abdo Benítez, en reiteradas ocasiones, lo comparo a Cartes con el mafioso y gánster Al Capone.
“Que el Partido Colorado de Paraguay se coordine y coopere con Washington es una garantía férrea. Pero no cuando se trata de Cartes. Si el cambio es lo que esperaba la Casa Blanca de Biden, no lo es”, aseguró
Refirió que este nuevo gobierno, encabezado por Peña, podría ser una oportunidad para cambiar Paraguay, un país “cuya corrupción es un vector para el crimen organizado y el financiamiento del terrorismo, a lo que Paraguay podría ser, una potencia estable, próspera y democrática. ¿La diferencia entre los dos? El currículum estelar de Peña es lo que Paraguay podría ser. El trato fáustico que hizo para asegurar la presidencia es lo que Paraguay, de hecho, es y seguirá siendo”, aseguró.
Para finalizar, mencionó que Santiago Peña podría ser un buen aliado para la política exterior, pero probablemente será un obstáculo para la agenda anticorrupción.
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“Si el pasado es prólogo, Washington le dará a Peña el beneficio de la duda, centrándose en Peña, el tecnócrata, el pragmático y el independiente. Peña y Cartes: no es lo mismo. De hecho, no lo son. El primero trabaja para el segundo, no al revés”, finalizó.
El experto en contraterrorismo Emanuele Ottolenghi recordó que Paraguay es el país número 137 de 170 en el Índice de Corrupción de Transparency International 2022, donde las transacciones ilegales representan el 40 por ciento del PIB nacional. Asimismo, señaló que el crimen transnacional depende de las redes de financiación del terrorismo para lavar dinero ilícito y los fiscales honestos son frecuentemente recusados, reasignados regularmente y ocasionalmente asesinados.
El análisis fue publicado en el portal Foundation for Defense of Democracies y ha generado un sinfín de comentarios entre los internautas.