Tras la manifestación convocada por la Generación Z, que se vio fuertemente reprimida por un aparatoso despliegue policial, el presidente Santiago Peña arrancó normalmente este lunes su agenda en el Chaco paraguayo.
El mandatario, acompañado por su gabinete, militares y otras autoridades, viajó a la región Occidental para conmemorar el 93.º aniversario de la Batalla de Boquerón, en el marco de la Guerra del Chaco contra Bolivia, que terminó con la victoria de Paraguay.
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En su discurso se jactó de nuevo del “resurgir de un gigante”, haciendo referencia al país, que “renace de nuestros niños que hoy, gracias al programa Hambre Cero en las escuelas, están teniendo un futuro mejor, renace de la mano de nuestros jóvenes que anhelan tener mayores y mejores oportunidades, resurge de la mano de nuestros padres y madres que día a día trabajan y buscan mejores condiciones laborales para ofrecer un futuro mejor a nuestras familias”.
Aunque se fue a “reivindicar al paraguayo que se anima a soñar, que se levanta todas las mañanas, que sale a luchar para reconstruir a ese gigante”, Peña en ningún momento hizo alusión a la protesta juvenil, así como tampoco se pronunció sobre el “excelente” trabajo de la Policía Nacional que reprimió a jóvenes.
Hace unos días, en la asamblea de la ONU, el jefe de Estado dijo: “Paraguay ve con enorme preocupación las restricciones al ejercicio de derechos fundamentales, como el acceso a la libre información, y la libertad de expresión”.
Para la protesta juvenil, su gobierno ordenó el despliegue de 3.000 uniformados, entre Linces, Montada y Cascos Azules, que terminaron reprimiendo a manifestantes.
La manifestación se desarrolló en la víspera, en el centro de Asunción, y en tres departamentos del país, con “poco más de 450 personas”, según contó el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez.
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El jefe policial sostuvo que los manifestantes eran “vándalos”, que alentaron, desde el minuto uno, a la “desobediencia”, y por ello justificó el uso de la fuerza pública.
Como parte de su agenda, Peña firmó el contrato con un consorcio para la construcción de un hospital y luego, hará entrega de más de 500 viviendas en varios distritos del Departamento de Boquerón.