Como uno de los dos países sin litoral de la región, aislado geográfica y culturalmente durante mucho tiempo, Paraguay ha jugado un papel geopolítico mínimo en las Américas durante la mayor parte de su historia. Esto está comenzando a cambiar rápidamente gracias a una combinación de factores económicos y políticos. Dos factores económicos impulsan estos avances.
La rápida mejora de las comunicaciones para el comercio exterior a través de la hidrovía, que transporta soja y carne por el río Paraguay hasta el mercado mundial. Esto ha contribuido a catapultar a Paraguay al cuarto y octavo mayor exportador mundial de soja y carne, respectivamente. En este proceso, Paraguay ha acumulado la tercera flota de barcazas fluviales más grande del mundo. Próximamente, un tramo crucial de 224 km de la nueva Ruta Bioceánica atraviesa el Chaco paraguayo, conectando los océanos Pacífico y Atlántico desde Antofagasta, en Chile, hasta el puerto brasileño de Santos.
Durante las últimas dos décadas, una política prudente de estabilidad monetaria y fiscal ha impulsado un crecimiento económico superior al promedio latinoamericano, con una previsión de 4,4% para este año. A pesar de las limitaciones de la infraestructura física, un Estado de derecho muy débil y una corrupción endémica, la estructura tributaria 10-10-10, extremadamente favorable para las empresas (10% en el impuesto de sociedades, impuesto sobre la renta de las personas físicas e IVA), ha contribuido a un reciente aumento de la inversión en terrenos y propiedades por parte de empresas y familias de élite extranjeras que reubican sus activos desde los países socios del Mercosur.
Al reducir la dependencia histórica de Argentina y Brasil, estos desarrollos económicos han facilitado dos llamativos cambios recientes en la política exterior. El primero es un alineamiento político extremadamente fuerte del gobierno de Peña con la administración Trump. Entre las medidas en esta dirección se encuentran:
La reiteración del compromiso del Gobierno paraguayo de seguir siendo uno de los únicos 12 países del mundo, y el único de Sudamérica, que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán.
- La decisión de diciembre de 2024 de trasladar la Embajada de Paraguay en Israel a Jerusalén, la decisión en la Asamblea General de la ONU, el 12 de junio de 2025 de ser uno de los únicos 10 países del mundo que votaron junto con Estados Unidos e Israel contra un alto el fuego en Gaza y la decisión el 12 de setiembre de ser uno de tan solo ocho países que votaron con EEUU e Israel en la Asamblea General de la ONU contra una solución de ‘dos Estados’ al conflicto palestino-israelí.
- El anuncio, el 20 de agosto de 2025, de establecer una base antiterrorista conjunta con Estados Unidos en Asunción, con un brazo operativo en Ciudad del Este, destinada a combatir el terrorismo internacional, específicamente Hezbolá, el crimen organizado y el lavado de dinero en la zona de la Triple Frontera.
- La declaración, el 22 de agosto de 2025, del supuesto Cártel de los Soles, presuntamente vinculado al gobierno del presidente Maduro en Venezuela, como organización terrorista.
El creciente apego de Paraguay a la administración Trump tendrá consecuencias en sus relaciones con Brasil, donde analistas de seguridad han expresado su preocupación por la presencia de militares estadounidenses en la nueva unidad antiterrorista conjunta paraguayo-estadounidense en Ciudad del Este.
Foto: Archivo ÚH
Sin embargo, probablemente la medida más significativa hasta la fecha fue la firma, el 14 de agosto de 2025, de un acuerdo migratorio con Estados Unidos para externalizar algunas de sus solicitudes de asilo a Paraguay. El Acuerdo de Tercer País Seguro (SCTA, por sus siglas en inglés) permitirá que los solicitantes de asilo que ya se encuentran en Estados Unidos tramiten sus solicitudes en Paraguay. Es el primero de este tipo durante el segundo mandato de Trump y el primero con un país sudamericano. Acuerdos similares se firmaron con Guatemala, El Salvador y Honduras durante la primera administración de Trump, pero fueron cancelados posteriormente por la administración de Biden. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que el acuerdo era una forma de “compartir la responsabilidad de la migración irregular” y prevenir el uso indebido de las protecciones del asilo. Los detalles del memorando de acuerdo siguen siendo imprecisos, ya que aún no se ha publicado ningún documento. Aún no está claro quién cubrirá los costos (viaje aéreo desde Estados Unidos y residencia en Paraguay). Peña afirma que Paraguay no tiene la obligación de otorgar asilo a estos solicitantes, pero no está claro si Paraguay estará obligado a acoger a inmigrantes indefinidamente si se rechaza una solicitud de visa.
El segundo cambio reciente en política exterior es la postura abierta de Peña y del gobernante Partido Colorado a favor de “Dios, Patria y Familia”, que constituye la base ideológica de su creciente alineamiento con movimientos políticos de extrema derecha similares en América y Europa. Un paso significativo en esta dirección fue la celebración, los días 12 y 13 de junio de 2025, de la cuarta reunión anual del Foro de Madrid, una agrupación internacional vinculada a Vox, el partido de extrema derecha español. Su líder, Santiago Abascal, asistió a la reunión y calificó al Gobierno paraguayo de “gran aliado”. Peña pronunció el discurso inaugural, afirmando que Paraguay es un “bastión moral” y “guardián de valores” como la familia, la libertad y la fe, y que defiende el matrimonio tradicional. Sin embargo, en su campaña electoral de 2023, Peña había apoyado el matrimonio igualitario y un debate abierto sobre el aborto. El discurso fue un claro indicio de su giro a la extrema derecha bajo la presión de la facción gobernante de línea dura Honor Colorado, afín al ex presidente Horacio Cartes. Su abrazo público con Abascal provocó una queja informal de la Embajada de España. También asistió a la reunión José Antonio Kast, candidato de extrema derecha a las elecciones presidenciales del 16 de noviembre en Chile.
Gustavo Leite asumió el cargo de embajador paraguayo en Estados Unidos, en la ceremonia formal de presentación de sus credenciales en la Casa Blanca, posó polémicamente con Trump con una gorra de MAGA. La decisión refleja el afán del gobierno de Peña por fortalecer los lazos con Trump a toda costa, en un esfuerzo por congraciarse con el presidente estadounidense.
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Esta nueva postura geopolítica está encabezada por dos figuras claves de Honor Colorado: Raúl Latorre y Gustavo Leite, ambos considerados como posibles candidatos para reemplazar a Peña en 2028. Ellos se oponen vehementemente al feminismo, al aborto y al matrimonio igualitario, y han insistido repetidamente en que Paraguay es una “isla de conservadurismo” y se oponen a las oenegés extranjeras que entran al país bajo el pretexto de la cooperación al desarrollo. Juntos asistieron a una CPAC en Budapest, Hungría, los días 29 y 30 de mayo de 2025, donde condenaron al socialismo, a la Unión Europea y a los “globalistas”. Latorre es presidente de la Cámara Baja. En enero de 2025 asistió a una reunión en Bruselas de Patriotas por Europa, una agrupación de extrema derecha de miembros del Parlamento Europeo. Al mes siguiente, intervino en una CPAC en Washington a la que asistió Trump.
Leite renunció recientemente a su escaño en el Senado para asumir el cargo de embajador paraguayo en Estados Unidos. En la ceremonia formal de presentación de sus credenciales en la Casa Blanca, el 5 de setiembre, posó polémicamente con Trump con una gorra de MAGA. Esta decisión refleja el afán del gobierno de Peña por fortalecer los lazos con Trump a toda costa. En otro esfuerzo por congraciarse con el presidente estadounidense, Leite además afirmó estar decidido a detener los supuestos esfuerzos ilegales de China para financiar a políticos de la oposición paraguaya con el fin de revertir el actual reconocimiento diplomático de Taiwán.
El creciente apego de Paraguay a Estados Unidos podría rebotar en forma negativa en su relación con su vecino y principal socio comercial, Brasil, cuya relación con la administración Trump se está deteriorando. Empresas brasileñas ya están comenzando a trasladar sus instalaciones de producción a Paraguay para evitar los aranceles del 50% que la administración Trump ha impuesto a sus exportaciones. Al mismo tiempo, este deterioro de las perspectivas de exportación de Brasil a Estados Unidos está fortaleciendo los esfuerzos del gobierno del presidente Lula da Silva para firmar un acuerdo comercial del Mercosur con China. Sin embargo, el reconocimiento diplomático de Taiwán por parte de Paraguay sigue siendo un obstáculo importante. El apoyo brasileño al pequeño pero creciente grupo de presión que ha surgido dentro del Congreso paraguayo a favor de un cambio hacia China se intensificará.
Sin embargo, la numerosa y económicamente poderosa comunidad brasiguaya en Paraguay apoya mayoritariamente a Jair Bolsonaro, quien fue condenado el 11 de setiembre a 27 años de prisión por planear un golpe de Estado contra Lula da Silva. Podrían brindar un fuerte apoyo financiero al creciente movimiento antiglobalización liderado por Honor Colorado y respaldado por la Iglesia Católica y los movimientos evangélicos en Paraguay.
La renegociación con Paraguay del crucial Tratado de Itaipú se ha estancado desde que el tratado de 50 años venció en 2023 y está congelada desde abril de 2025, después de que la prensa brasileña revelara espionaje cibernético por parte del servicio de inteligencia brasileño, ABIN, contra negociadores paraguayos.
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Este creciente apego de Paraguay a la administración Trump tendrá consecuencias en sus relaciones con Brasil, donde analistas de seguridad han expresado su preocupación por la presencia de militares estadounidenses en la nueva unidad antiterrorista conjunta paraguayo-estadounidense en Ciudad del Este. También es probable que esto produzca un endurecimiento de la postura brasileña sobre la renegociación con Paraguay del crucial Tratado de Itaipú. La renegociación se ha estancado desde que el tratado de 50 años venció en 2023 y está congelada desde abril de 2025 después de que la prensa brasileña revelara espionaje cibernético por parte del servicio de inteligencia brasileño (ABIN), contra negociadores paraguayos. Una declaración reciente del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, de que su gobierno ayudaría a las empresas tecnológicas estadounidenses a utilizar el exceso de energía de Paraguay de Itaipú para la instalación de bases de datos de IA, en lugar de venderla a Brasil, solo ha agregado leña al fuego.