La maestra del Ñandutí, Elena Iwatami, radicada en Japón desde hace años, compartió hoy con el equipo de Ikigai Paraguay, cómo el arte del tejido tradicional paraguayo se va instalando con fuerza en la cultura nipona.
A casi cuatro meses del inicio de la Expo, que recibe un promedio de 160.000 visitantes diarios, más de 500 personas –incluyendo niñas y niños desde los 4 años– ya han aprendido a tejer Ñandutí en los talleres liderados por Iwatami. “Es emocionante ver cómo una tradición tan nuestra despierta tanta curiosidad y admiración en Japón”, expresó.
Pero no solo el arte textil paraguayo está conquistando corazones. En medio de temperaturas que superan los 35°C y con pronósticos que rozan los 40°C en regiones como Kansai e Hokkaido, Elena asegura que hay un secreto para sobrellevar el calor: el tereré paraguayo.
“Aquí en Japón hace mucho calor y es muy húmedo. Yo siempre con mi rico tereré. Es lo único que me salva”, comentó entre risas desde Osaka, exhibiendo su tereré con yerba mate que fue enviado por el Centro Yerbatero Paraguayo, según reveló su gerente Naida Alderete.
Japón en la mira del Centro Yerbatero:
La presencia del tereré en la Expo no es casual. Forma parte de una estrategia más amplia del Centro Yerbatero Paraguayo, que busca aumentar las exportaciones de yerba mate e infusiones frías al mercado japonés. Según Naida Alderete, gerente del Centro. Japón ya es un comprador activo, pero el objetivo es diversificar y ampliar la presencia paraguaya, aprovechando eventos como la Expo Osaka y el Mundial del Rally 2025 para posicionar la Ruta de la Yerba Mate como un atractivo turístico y comercial.
De vuelta a casa: Libro del Ñandutí, ahora en Paraguay:
Además, Elena Iwatami anunció que viajará próximamente a Paraguay para el lanzamiento de su libro sobre el Ñandutí, recientemente traducido al español. “Llegamos la medianoche del 15 de agosto, ya para el 16. Será un momento muy especial”, adelantó, sin revelar aún todos los detalles del evento.
Con arte, sabor y resiliencia, Paraguay sigue dejando huella en Japón. Y en cada sorbo de tereré y cada hilo de Ñandutí, se teje una historia de identidad, orgullo y proyección internacional.